Empresas Centenarias en España: Claves para una Larga Vida

En un mercado donde las empresas parecen vivir y morir a un ritmo vertiginoso, algunas compañías españolas están demostrando que la longevidad es posible. Estas empresas centenarias, testigos de incontables cambios históricos, desde la caída de monarquías hasta la explosión de burbujas económicas, están revelando los secretos detrás de su sorprendente capacidad de adaptación y supervivencia. Según Otero (2025), la clave reside en una combinación de factores que incluyen la adaptación al cambio, una sólida identidad corporativa, la prudencia financiera y, en muchos casos, la naturaleza familiar del negocio.

Adaptación al Cambio: Un Imperativo Darwinista

La capacidad de adaptación emerge como un factor crucial para la supervivencia empresarial a largo plazo. «Después de 154 años, el resumen, aparte de ser fieles a la calidad, a tu idea y a lo que quieres ser, es la adaptación al cambio. Es ser capaces de adaptarnos a todos los cambios que ha tenido, ya no el sector, la sociedad, la vida en general», explica Charo Baqué, consejera delegada de Café Dromedario, en una entrevista telefónica con El País. Esta flexibilidad, según Baqué, permite a las empresas navegar por las turbulentas aguas del mercado y mantenerse relevantes a lo largo del tiempo. Roberto Arcos, codirector general de la cuchillería Arcos, coincide con esta visión, afirmando que «el que sabe adaptarse es el que perdura» (Otero, 2025).

La Importancia de la Identidad y la Cultura Corporativa

Además de la adaptación, las empresas centenarias valoran profundamente su identidad y cultura corporativa. Según Otero (2025), estas compañías entienden que su historia y sus valores son un activo invaluable que les proporciona una base sólida sobre la cual construir su futuro. Paco Hevia, director corporativo de Gullón, destaca la importancia de las lecciones aprendidas a lo largo de los años: «Cuando te sientas a tomar decisiones, tienes 133 años a la espalda de decisiones que han tomado otros, [de] aprendizajes que se han tenido» (como se cita en Otero, 2025). Este conocimiento acumulado les permite evitar errores pasados y tomar decisiones más informadas.

Prudencia Financiera: Evitar el Exceso de Deuda

La prudencia financiera es otro pilar fundamental de la longevidad empresarial. Oriol Amat, catedrático de la UPF Barcelona School of Management, señala que estas empresas «suelen repartir poco dividendo, que se autofinancian mucho, que tienen poca deuda» (como se cita en Otero, 2025). Esta cautela les permite resistir mejor las crisis económicas y mantener su estabilidad financiera a largo plazo. El exceso de apalancamiento, según diversos estudios, es una de las principales causas de fracaso empresarial, por lo que evitarlo se convierte en una prioridad para las empresas centenarias.

El Legado Familiar: Un Impulso a la Perdurabilidad

La estructura familiar también juega un papel importante en la longevidad empresarial. Paloma Fernández, catedrática de Historia Económica de la Universidad de Barcelona, destaca que «las empresas más antiguas de España en buena medida lo siguen siendo porque son familiares. Por los valores. Porque la intención principal de los negocios familiares es la perdurabilidad» (como se cita en Otero, 2025). Cristina Cruz, directora del IE Center for Families in Business, coincide en que «preservar el legado y transmitir la empresa a la siguiente generación es un objetivo en sí mismo. Eso les da una mirada mucho más a largo plazo» (como se cita en Otero, 2025). La conexión emocional con el negocio y el deseo de mantener el legado familiar impulsan a estas empresas a tomar decisiones a largo plazo y a priorizar la estabilidad sobre las ganancias a corto plazo.

Innovación y Tradición: Un Equilibrio Necesario

Contrario a la creencia popular, las empresas centenarias no son reacias a la innovación. Elena San Román, catedrática de Historia Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid, afirma que «la relación de las empresas de largo recorrido con la innovación es crucial para su longevidad» (como se cita en Otero, 2025). Estas empresas entienden que la innovación y la tradición no son mutuamente excluyentes, sino que son dos caras de la misma moneda. Metalúrgica Folch, fabricante de alfileres desde hace más de un siglo, es un claro ejemplo de esta filosofía. Josep María Folch, director general de la compañía, asegura que «no estaríamos aquí si no estuviéramos innovando y creando cosas» (como se cita en Otero, 2025).

Casos de Éxito: Estrella Galicia, Gullón, y Más

Varias empresas españolas centenarias ejemplifican los principios de longevidad descritos anteriormente. Estrella Galicia, la icónica cervecera, ha sabido adaptarse a los cambios del mercado y expandirse a nivel nacional e internacional sin perder su esencia y sus raíces gallegas. Gullón, la galletera palentina, ha apostado por la innovación y la diversificación de productos, adaptándose a las nuevas tendencias de consumo y manteniendo su compromiso con la calidad y la sostenibilidad. Otras empresas como Arcos, Aznar Textil y La Mallorquina también están demostrando que la longevidad es posible gracias a su capacidad de adaptación, su fuerte identidad corporativa y su prudencia financiera.

Desafíos y Oportunidades para el Futuro

A pesar de su exitosa trayectoria, las empresas centenarias se enfrentan a nuevos desafíos en un mundo cada vez más globalizado y competitivo. La sucesión familiar, la gestión del talento y la adaptación a las nuevas tecnologías son algunos de los retos que deben superar para seguir siendo relevantes en el futuro. Sin embargo, su experiencia y su capacidad de adaptación les otorgan una ventaja competitiva que les permite afrontar estos desafíos con confianza y determinación.

La Sucesión: Un Momento Crítico

La sucesión, ya sea de liderazgo o patrimonial, es un momento crítico para las empresas familiares. Patricia García, directora del Máster en Dirección Financiera de ESIC, destaca que «una buena planificación intergeneracional y capacidad de transmisión de los valores familiares son claves para la continuidad» (como se cita en Otero, 2025). La falta de planificación y la mala gestión de la sucesión pueden provocar conflictos internos y poner en riesgo la supervivencia de la empresa.

Conclusión

Las empresas centenarias en España son un ejemplo de resiliencia, adaptación y visión a largo plazo. Su capacidad para superar crisis económicas, adaptarse a los cambios del mercado y mantener su identidad corporativa las convierte en un modelo a seguir para las nuevas generaciones de emprendedores. Al adoptar los principios de adaptación, prudencia financiera, gestión del legado y equilibrio entre innovación y tradición, las empresas pueden construir un futuro sólido y duradero.