En el panorama empresarial español, las empresas familiares constituyen una abrumadora mayoría de nueve de cada diez compañías. Es por ello crucial abordar la profesionalización de estas organizaciones para garantizar su supervivencia más allá de la figura del fundador.

Importancia de la profesionalización

La profesionalización implica un procedimiento complejo que disminuye la dependencia de una sola persona, habitualmente el fundador. Este proceso engloba la creación de órganos de gobierno y la incorporación de directivos externos, lo que puede determinar la continuidad o disolución de la empresa tras el fallecimiento del fundador (Guerra, 2025).

Según Lucía Coto, socia responsable de Empresa Familiar en PwC, más del 70% de las empresas familiares no superan la segunda generación, y solo el 6% de las restantes llega a la tercera. La profesionalización se erige así como un factor clave para superar este obstáculo.

Beneficios de la profesionalización

Reducción de conflictos y suspicacias

La profesionalización, llevada a cabo de forma objetiva y planificada, minimiza los conflictos y suspicacias que pueden afectar al liderazgo del sucesor. Este proceso implica establecer criterios medibles y verificables, evitando decisiones subjetivas que puedan generar conflictos.

Mejora de la toma de decisiones

La incorporación de directivos externos aporta una visión objetiva y externa, lo que mejora la toma de decisiones y reduce el riesgo de errores derivados de sesgos personales.

Fortalecimiento de la estructura empresarial

La creación de una estructura profesionalizada, incluso con miembros de la familia que cumplan los requisitos necesarios, fortalece la empresa y la hace menos vulnerable a imprevistos, como el fallecimiento del fundador.

Retos en la profesionalización

Resistencia al cambio

Los empresarios, especialmente los de generaciones anteriores, pueden mostrar resistencia a delegar responsabilidades o compartir la toma de decisiones.

Dificultades en la sucesión

La sucesión dentro de la familia puede ser compleja, ya que implica equilibrar las habilidades y aspiraciones de los miembros familiares con las necesidades de la empresa.

Recomendaciones para la profesionalización

Inicio oportuno

La profesionalización debe iniciarse con tiempo suficiente, incluso antes de la jubilación del fundador, para garantizar una transición fluida y evitar improvisaciones.

Implicación del fundador

El fundador desempeña un papel fundamental al transmitir los valores y conocimientos de la empresa a sus sucesores.

Según Alberto Gimeno, profesor de Esade, este proceso no es únicamente analítico, sino que también implica la transmisión de factores intangibles.

Formación de los familiares

Los familiares que deseen participar en el consejo de administración deben recibir la formación necesaria para desempeñar sus funciones adecuadamente.

Deben estar preparados para comprender los informes financieros, tomar decisiones informadas y velar por los intereses de la empresa.

Conclusión

La profesionalización de las empresas familiares es un proceso esencial para su supervivencia y continuidad. Al reducir la dependencia de una sola persona, mejorar la toma de decisiones y fortalecer la estructura empresarial, las compañías familiares pueden superar los retos de la sucesión y garantizar su prosperidad en el futuro.

«Aunque no me gustaría decirlo, tengo que reconocer que la falta de profesionalización es uno de los puntos débiles de las empresas familiares y una de las principales causas de disolución» (Casillas, citado en Guerra, 2025).