La inflación española se despide de 2024 en mínimos

El flagelo económico que azotó a España en 2022 y 2023 ha mostrado signos definitivos de control en 2024. A falta de los datos de diciembre, el Índice de Precios al Consumo (IPC) acumula una variación del 2,4% hasta noviembre, último mes con datos definitivos. Esto supone un retroceso significativo frente al 3,1% registrado a finales del año pasado.

El encarecimiento de la energía, los alimentos y los servicios domésticos ha sido el motor de la subida de precios a lo largo del año. Sin embargo, el Gobierno ha adoptado una serie de medidas para contener la inflación, como la rebaja del IVA en los alimentos básicos y la bonificación de los carburantes.

La cesta de la compra, más cara pero controlada

En general, hacer la compra ya no es una pesadilla para los hogares, aunque sí es mucho más caro que hace tres años. El grupo de alimentos ha dejado atrás los desenfrenados repuntes de 2022 y 2023. En noviembre, la comida apenas había subido un 1,7% gracias a las medidas adoptadas por el Gobierno.

Algunos productos, como el azúcar, la leche y el yogur, han bajado de precio. Sin embargo, otros como los zumos, las patatas y el chocolate se han encarecido con fuerza.

El precio del aceite de oliva, que se había disparado en 2023, por fin empieza a abaratarse.

Suben los gastos del hogar

En conjunto, los gastos de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles han subido más de un 7% entre enero y noviembre. El principal factor que ha tirado hacia arriba en el índice ha sido la electricidad, que es un 16,9% más cara que hace un año. El gas natural también ha repuntado en torno al 10%, mientras que el suministro de agua lo ha hecho casi un 6%.

Los expertos consideran que las cifras son normales y que la inflación ya ha dejado de ser el villano principal de la película económica.

Transporte más asequible

El grupo de transporte muestra un panorama muy distinto respecto al del año pasado. El gasóleo y la gasolina de automoción han bajado un 6,6% y un 1,8%, respectivamente. El crudo brent, que es el de referencia en Europa, oscila en los 70 dólares por barril.

El transporte público también se ha mantenido estable o ha aumentado ligeramente. Los cruceros, sin embargo, se han vuelto más inasequibles, con un repunte cercano al 15%.

Los vuelos nacionales e internacionales han aumentado un 6,4% y hasta un 12,4%, respectivamente, impulsados por la creciente demanda del turismo.

Ocio y cultura, en mínimos

El ocio y la cultura se han mantenido estables, con una caída del 0,3% hasta noviembre. Los cines y teatros se han encarecido un 2,4%, mientras que los museos y zoológicos lo han hecho más de un 4%. Los libros de ficción y los periódicos también han notado un efecto inflacionario.

Turismo, el sector más caro

Los hoteles y restaurantes muestran un avance relativamente moderado, en torno al 4%. Sin embargo, cuando se analiza a detalle cada componente se encuentran incrementos de doble dígito.

Las subidas salariales están jugando un papel clave en la resistencia de la inflación en el sector servicios, según explica la analista de Funcas María Jesús Fernández.

"La previsión es que los precios en este terreno se moderen porque no hacerlo implicaría que la demanda siga creciendo a un ritmo muy elevado", añade.