Europa se prepara para un posible relevo del liderazgo mundial ante el declive de Estados Unidos

El mundo está observando un cambio sísmico en el equilibrio del poder global, mientras Europa se está considerando cada vez más como el sucesor natural de Estados Unidos en el liderazgo de la democracia liberal. Esta transición potencial se está produciendo en un momento crítico, con interrogantes sobre la estabilidad interna y el compromiso internacional de Estados Unidos, lo que ha llevado a un análisis profundo de la capacidad y la voluntad de Europa para asumir un papel más prominente en el escenario mundial.

El declive de la influencia estadounidense

La trayectoria de Estados Unidos en las últimas décadas ha suscitado preocupación sobre su capacidad continua para defender los valores democráticos a nivel mundial. Como señala Martin Wolf (2024), columnista de Financial Times, el colapso moral interno de Estados Unidos y su vacilante compromiso con sus aliados y con el estado de derecho están erosionando su credibilidad como líder mundial. Este declive se hizo evidente durante el segundo juicio político de Donald Trump, donde la absolución del expresidente a pesar de la evidencia de incitar a la insurrección ha puesto en tela de juicio la salud de las instituciones democráticas estadounidenses.

«Desde la década de 1970, EU ha sufrido un colapso moral del que es poco probable que se recupere», afirma Martin Wolf (2024).

El ascenso de Europa: ¿una alternativa viable?

Ante la disminución de la influencia estadounidense, Europa se está posicionando como una alternativa viable. Con una economía fuerte, un compromiso con los valores democráticos y una creciente conciencia de la necesidad de autonomía estratégica, el continente está en una encrucijada. Sin embargo, el camino hacia el liderazgo mundial no estará exento de desafíos. Europa debe abordar cuestiones internas de cohesión, aumentar el gasto en defensa y superar su dependencia de la tecnología estadounidense.

Recursos económicos y capacidad de defensa

Europa posee los recursos económicos necesarios para respaldar su ambición de liderazgo global. Según datos analizados por Grupo Milenio (2025), el poder adquisitivo combinado de la Unión Europea y el Reino Unido supera al de Estados Unidos y Rusia. Sin embargo, traducir este potencial económico en independencia estratégica requiere reformas significativas, particularmente en el ámbito de la tecnología de defensa. Europa sigue dependiendo en gran medida de Estados Unidos para el armamento, lo que crea una vulnerabilidad que se hizo evidente con el posible cese del apoyo militar estadounidense a Ucrania.

Voluntad política y cohesión interna

El éxito de Europa como líder mundial depende de su voluntad política colectiva y de su cohesión interna. Si bien existe un apoyo generalizado a los valores de la democracia liberal, las divisiones internas y el auge de los movimientos populistas de derecha en algunos países europeos plantean desafíos significativos. La presencia de «quintas columnas» pro-Putin dentro de Europa complica aún más la situación. Para superar estos obstáculos, Europa necesita fomentar un sentido de propósito compartido y abordar las preocupaciones que impulsan el apoyo a las fuerzas euroescépticas.

El papel de Alemania

Alemania, como la economía más grande de Europa, está destinada a desempeñar un papel fundamental en el futuro liderazgo del continente. Las recientes declaraciones de Friedrich Merz, el probable próximo canciller alemán, sugieren un compromiso creciente para aumentar el gasto en defensa e invertir en infraestructura. Sin embargo, la pregunta sigue siendo si Alemania realmente cumplirá estas promesas y asumirá un papel de liderazgo más asertivo en Europa.

Desafíos y oportunidades

La transición del liderazgo mundial de Estados Unidos a Europa presenta tanto desafíos como oportunidades. Europa debe superar sus divisiones internas, aumentar su gasto en defensa y fortalecer su autonomía estratégica. Al mismo tiempo, tiene la oportunidad de reafirmar su compromiso con los valores democráticos, promover la cooperación multilateral y abordar los desafíos globales como el cambio climático y la desigualdad económica.

  • Aumentar el gasto en defensa.
  • Fortalecer la autonomía estratégica.
  • Promover la cooperación multilateral.

El futuro del orden mundial está en juego. Si Europa logra superar sus desafíos y asumir un papel de liderazgo más asertivo, puede ayudar a dar forma a un mundo más justo, pacífico y sostenible. Sin embargo, si no lo hace, el mundo corre el riesgo de caer en un período de incertidumbre y conflicto.

Referencias

Wolf, M. (2024). ¿Cómo tomará Europa el relevo de Estados Unidos? Milenio. Recuperado de [URL del artículo]

Grupo Milenio. (2025). Derechos reservados © Grupo Milenio 2025.