Sánchez está resistiendo la creciente ola militarista en Europa
En un panorama europeo marcado por un giro hacia la derecha y un creciente enfoque en el gasto militar, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, está adoptando una postura cautelosa y buscando alternativas. Según Carlos E. Cué (2025), en El País, Sánchez está lidiando con la presión de sus aliados para aumentar el gasto en defensa, mientras intenta promover un enfoque más equilibrado que incluya inversiones en tecnología y seguridad.

La controversia con la OTAN y el objetivo del 2%
La reciente controversia con Mark Rutte, secretario general de la OTAN, ha puesto de manifiesto las tensiones existentes. Rutte afirmó que España se comprometía a alcanzar el 2% del gasto en defensa este verano, lo que provocó una rápida respuesta del Gobierno español para desmentirlo. Fuentes del Ejecutivo, citadas por Cué (2025), revelan que Sánchez incluso contactó directamente a Rutte para aclarar la situación. La presión de Sánchez logró que el equipo de Rutte matizara sus declaraciones, reconociendo que España se comprometió a acercarse lo máximo posible a ese objetivo antes de la cumbre de La Haya en junio.
Este episodio refleja la creciente presión sobre España para aumentar su gasto en defensa, impulsada principalmente por Estados Unidos y los países del Este de Europa, que ven la amenaza rusa como algo mucho más real. Sánchez, sin embargo, está batallando para que la OTAN considere otros gastos en seguridad al calcular la cifra de 2024.

La búsqueda de un enfoque más amplio: seguridad, tecnología e influencia global
El presidente español está intentando frenar el impulso militarista de muchos aliados, promoviendo un concepto de seguridad más amplio que incluya inversiones en tecnología y otros ámbitos. Sánchez aboga por inversiones que impulsen una revolución tecnológica en Europa, que carece de gigantes tecnológicos como los de Estados Unidos. Sánchez, citado en El País (Cué, 2025) está proponiendo alternativas que considera más adecuadas para el contexto actual, y ha logrado algunos avances simbólicos, como el abandono de la palabra «rearme» por parte de la Comisión Europea.
El Gobierno español, según [Ediciones EL PAÍS S.L.] (s.f.) está mostrando preocupación por la alarma generada por la Comisión Europea con su «kit de supervivencia». Sánchez también tuvo un desacuerdo con Kaja Kallas, responsable de política exterior de la UE, sobre el nombramiento de un enviado especial para Ucrania. A pesar de las críticas de algunos medios europeos, Sánchez encuentra comprensión en las cumbres europeas cuando explica la opinión pública española, que es la menos preocupada de la UE por cuestiones de defensa y seguridad.
En la última cumbre, Sánchez defendió la necesidad de que Europa aumente su ayuda al desarrollo para tener un papel relevante en África, ante la reducción del soft power estadounidense. El presidente ha garantizado que España cumplirá los acuerdos alcanzados, mostrando su compromiso europeísta y su capacidad para construir alianzas con líderes de diferentes ideologías.
La posición de España en el contexto europeo
España se encuentra en minoría dentro de una Unión Europea cada vez más orientada hacia la derecha y el militarismo. Aunque comparte una posición similar a la de Italia y Portugal, la desconfianza entre La Moncloa y Giorgia Meloni dificulta la coordinación. Mientras Meloni busca resistir la presión para aumentar el gasto militar, también se acerca a figuras como Donald Trump y Elon Musk, generando recelos en Europa.
Desafíos internos y tensiones en la coalición de gobierno
A nivel interno, Sánchez enfrenta una compleja mayoría y una importante oposición al aumento del gasto militar. Sin embargo, fuentes del Ejecutivo sugieren que el presidente no necesitará someter a votación en el Congreso el aumento gradual del gasto en seguridad y defensa. Se espera que las tensiones internas con Sumar se resuelvan mediante transferencias de crédito para defensa, con Yolanda Díaz expresando su disconformidad.
Las principales discusiones en la coalición de gobierno son de carácter económico, como la reciente negociación sobre el IRPF del salario mínimo, en la que Sánchez intervino a favor de Yolanda Díaz. A pesar de no tener presupuestos aprobados, el presidente parece más preocupado por la negociación dentro de la OTAN y la UE que por el frente interno.
El futuro de la defensa europea: un debate abierto
El debate sobre la defensa europea está en pleno apogeo, con muchas incógnitas y diferentes posturas entre los líderes. Sánchez parece decidido a mantener una posición moderada y a dar la batalla frente a la ola militarista que viene del norte y el Este de Europa. Su estrategia se centra en promover un enfoque más equilibrado que combine el gasto en defensa con inversiones en tecnología, seguridad e influencia global.
En este contexto, el papel de José Manuel Albares, ministro de Exteriores, está ganando relevancia, mientras que Margarita Robles, ministra de Defensa, ha quedado en un segundo plano. Sánchez está presente en todas las reuniones decisivas, junto a líderes como Emmanuel Macron y Keir Starmer, demostrando su compromiso con la búsqueda de soluciones conjuntas.
En última instancia, la posición de España en este debate dependerá de su capacidad para construir alianzas y promover un enfoque de seguridad que responda a las necesidades del siglo XXI, sin caer en una carrera armamentista innecesaria. La visión de Sánchez, según Cué (2025) pasa por consolidar una Europa fuerte y unida, capaz de afrontar los desafíos geopolíticos con inteligencia y determinación.
Referencias
- Cué, C. E. (2025, 30 de marzo). Sánchez intenta resistir la ola militarista europea. El País. https://elpais.com/espana/2025-03-30/sanchez-intenta-resistir-la-ola-militarista-europea.html
- Ediciones EL PAÍS S.L. (s.f.). El País. Recuperado el 30 de marzo de 2025, de la data estructurada del artículo.