Fitch Ratings ha revisado la perspectiva económica de China, cambiándola a ‘Negativa’ mientras mantiene su calificación de crédito soberano en ‘A+’. Esta revisión refleja los crecientes riesgos para las finanzas públicas del gigante asiático, ante un escenario de moderación en el crecimiento económico y un incremento en el déficit fiscal. Se proyecta que el déficit gubernamental general de China aumentará al 7.1% del PIB en 2024, el más alto desde el déficit del 8.6% del PIB en 2020.

¿Cuál es la situación actual de la economía china?

Según la evaluación de Fitch, se espera que el crecimiento del PIB de China se modere al 4.5% en 2024, descendiendo desde el 5.2% en 2023. Sin prever un periodo prolongado de deflación, la inflación alcanzaría el 0.7% a finales de 2024 y el 1.3% para finales de 2025. El Ministerio de Finanzas de China, en respuesta, ha indicado que los sistemas de Fitch no reflejan efectivamente el efecto positivo de la política fiscal de China en el panorama y mantiene su capacidad y determinación de mantener una buena perspectiva de crédito soberano.

Reacciones del mercado ante el anuncio

Tras los titulares, el AUD/USD ha mantenido un terreno más bajo cerca de 0.6620, mostrando una variación modesta durante el día. Factores clave como las tasas de interés del Banco de la Reserva de Australia (RBA), el precio del mineral de hierro y la salud de la economía china son vitales para el dólar australiano (AUD), dado que China es el principal socio comercial de Australia.

La dinámica fiscal y el crecimiento sostenible en China

En el contexto de un crecimiento incierto y una transición hacia un modelo de crecimiento menos dependiente de la propiedad, se espera que la política fiscal juegue un papel importante en el apoyo al crecimiento en los próximos años, lo que podría mantener la deuda en una tendencia ascendente constante.

La deuda gubernamental se espera que aumente al 61.3% del PIB en 2024, partiendo desde un 56.1% en 2023, impulsada principalmente por un mayor apoyo fiscal por parte de Pekín. A pesar de estas preocupaciones, Fitch ha reafirmado la calificación crediticia de China basándose en el panorama de un crecimiento relativamente fuerte en comparación con sus pares y la diversidad y relevancia de la economía china en el comercio mundial.

Mientras tanto, el Ministerio de Finanzas chino ha lamentado la rebaja en la perspectiva de Fitch, pero también ha destacado que los esfuerzos para disminuir los altos niveles de deuda están progresando de manera ordenada y que el riesgo general sigue siendo controlable.