Flexibilizar las bajas laborales: Una propuesta valiente
Octavio Granado, exsecretario de Estado de Seguridad Social y una de las figuras más importantes en materia de economía y empleo dentro de los gobiernos socialistas de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011) y Pedro Sánchez (entre 2018 y 2020), elaboró recientemente un estudio para Fedea en el que alentaba al Gobierno a reformar la prestación por incapacidad temporal, algo que criticaba que no se hubiera llevado a cabo en la reforma del sistema de pensiones.
En su estudio, Granado abogaba por la posibilidad de que los trabajadores pudieran trabajar de manera parcial estando de baja, de forma que el reconocimiento de una incapacidad temporal (IT) no fuera, irremediablemente, a jornada completa. Este planteamiento ha sido recogido ahora por el Ministerio de Seguridad Social, que propone flexibilizar las bajas para que pueda contemplarse una reincorporación progresiva, eso sí, otorgando al trabajador la potestad para hacerlo y garantizando su voluntariedad.
“Es una sensación agradable sentirse escuchado”, bromea Granado. Sin embargo, el exmandatario se muestra sorprendido por las reacciones contrarias que ha propiciado la propuesta del Ministerio que dirige Elma Saiz.
Esas voces consideran que la medida va en contra de la salud de los trabajadores. “Me recuerda a lo que pasó cuando se empezó a hablar de compaginar el cobro de la pensión con el salario. Parecía que no se podía estar jubilado y trabajando al mismo tiempo, que eran dos cosas incompatibles. Y mira ahora, hay fórmulas [como la jubilación parcial y la jubilación activa] que se acaban de actualizar para que puedan acogerse a ella cada vez más personas, y nadie parece que se lleve las manos a la cabeza”, indica.
“Debemos modificar la regulación legal de la incapacidad temporal abriendo a la posibilidad de que en algunas situaciones y momentos concretos la situación, o incluso desde el propio reconocimiento global de la misma, y por ende de la prestación, no implique el cese de toda jornada laboral, sino una conversión de una jornada completa a una jornada parcial, dando un nuevo sentido a la incapacidad parcial que ya existe en nuestro ordenamiento jurídico”, indicaba Granado en su estudio La incapacidad temporal, ausente en los documentos sobre la reforma del sistema de pensiones.
El exresponsable de la caja pública califica de “valiente” la propuesta de la ministra Saiz, y la enmarca dentro de una demanda que vienen reclamando varios colectivos de trabajadores, algo que también vivió durante su etapa en el Gobierno.
“Hay situaciones en las que uno no está, ni del todo mal, ni del todo bien. El mejor ejemplo para visualizarlo es lo que ocurre con los deportistas: inicialmente dejan de entrenar y de competir cuando se lesionan, pero a medida que van recuperándose van añadiendo más carga de trabajo, hasta que se reincorporan de todo”, explica.
“Esto no va de que se trabaje estando enfermo, sino de que no haya que esperar a recibir el alta definitiva para poder regresar al trabajo en la medida en la que sea posible y en función de cada caso”.
En su opinión, ejemplos como los mencionados por la ministra Saiz, que aludió a enfermos de larga duración que poco a poco van mejorando y a quienes una vuelta paulatina a sus tareas puede beneficiar en su recuperación, están entre quienes vienen demandando una solución como la que plantea Seguridad Social.
¿Servirá esta flexibilización para contener el auge de las bajas por incapacidad temporal?
Granado considera que a la larga sí que podría observarse cierto ahorro, aunque dice que este no es el objetivo primordial. “Estoy seguro de que en los primeros años supondría un mayor gasto, porque quizás habría gente que ahora no se coge la baja porque no lo compensa, pero quizás unas horas sí. Sin embargo, una vez superada esta primera fase, el gasto se destinaría de forma más racional, lo que haría que mejorase la calidad de vida de los trabajadores”, señala.
Consultado por si la voluntariedad que pretende conceder el Ministerio a esta prerrogativa de los trabajadores puede ser suficiente para garantizar que ninguna empresa podrá abusar de esta posibilidad, Granado muestra ciertas dudas.
“En una empresa privada, la voluntariedad siempre es relativa”, advierte. “Lo que está claro es que no se puede imponer esa solución a nadie. Y, además, tenemos que hacer un abordaje de las prestaciones económicas de la incapacidad temporal, que sea susceptible de garantizar la sostenibilidad del sistema de la Seguridad Social. De entrada solemos rechazar cualquier propuesta de cambio, pero no debemos dejarnos llevar por esa idea de que todo lo cualquier cambio va a ser para peor. Como ahora, esto va a suponer una modernización”, concluye.
Fuente: El País
Autor: Gorka R. Pérez