Escándalo de fraude millonario en el IVA del combustible: empresas fantasma desaparecen antes de tributar
El fraude del IVA en el sector de los carburantes está creciendo de manera exponencial en los últimos años y ya representa alrededor de una cuarta parte del volumen total de venta de combustible que se anota en el país. Este tipo de estafa no es nueva y lleva alertando a los inspectores y técnicos de la Agencia Tributaria desde hace ya tiempo.
Modus operandi
El funcionamiento es relativamente sencillo: se basa en la utilización de empresas ficticias que compran combustibles sin pagar el IVA correspondiente y que luego desaparecen antes de que la Agencia Tributaria pueda recaudar el impuesto.
Pérdidas millonarias
Las pérdidas económicas para el Estado son devastadoras. La Agencia Tributaria no recopila el impacto para Hacienda, pero en sus memorias anuales se pueden ver cada ejercicio varios ejemplos de este tipo de tramas, con cientos de millones de euros de impacto destapados por la Oficina Nacional de Investigación contra el Fraude (ONIF).
La Guardia Civil cuantifica en 530 millones de euros el fraude destapado por sus agentes desde mediados de 2021 hasta mediados de este año. Por su parte, la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos eleva la sacudida hasta los 1.200 millones anuales, mientras que los últimos datos de la consultora KPMG apuntan a unos volúmenes estimados de ventas de los operadores irregulares de 26.000 millones de euros entre 2013 y 2022 que no habrían pasado por los ojos de Hacienda.
Consecuencias
Además del recaudatorio, este tipo de fraude tiene un impacto de competencia desleal en el mercado. Las empresas que participan en el entramado pueden vender carburantes a precios mucho más bajos que las legítimas, ya que no están asumiendo el coste del IVA.
Esto pone en desventaja a las compañías que operan de manera legal, las cuales deben enfrentarse a una competencia que puede reducir sus márgenes de beneficio de manera significativa, según denuncian desde el sector.
Otro efecto negativo es la vinculación con el crimen organizado, ya que las operaciones fraudulentas suelen estar relacionadas con redes delictivas más amplias que no solo se dedican a la evasión fiscal, sino también al contrabando de combustible y otras actividades ilícitas.
Medidas propuestas
Tanto el sector como los inspectores de Hacienda proponen como solución que los operadores paguen por el IVA tras la salida de los depósitos fiscales, lo que funcionaría como una suerte de aval de cara a la Agencia Tributaria y evitaría que las empresas desaparecieran sin cumplir.
También sería útil, añaden, limitar el número de operadores que pueden participar en el mercado. Otras voces expertas, en cambio, creen que esta medida concentraría y limitaría la competencia en los operadores refineros, además de implicar a terceros actores en la gestión del IVA.
Según Hidalgo, realmente bastaría con que se aplicasen y ejecutasen los controles estándar que tiene la agencia para detectar fraudes de IVA en cualquier sector.
El fraude del IVA en el sector de los carburantes es un problema grave que está costando millones de euros al erario público. Es necesario tomar medidas para combatir este fraude y proteger a las empresas que operan de manera legal.