El debate sobre el Presupuesto 2025 queda suspendido mientras crecen las posibilidades de prorrogar el actual

A poco menos de una hora para que comenzara la última reunión para debatir el proyecto de Presupuesto 2025 en las comisiones de la Cámara de Diputados, el Gobierno anunció la suspensión de la reunión, donde esperaba obtener un dictamen favorable.

En su lugar, se convocó a una conferencia de prensa para las 14 horas, que será encabezada por José Luis Espert, del bloque de La Libertad Avanza.

La suspensión se produce en medio de un ultimátum que los gobernadores han dado al Gobierno para que acepte una serie de puntos que aliviarían las finanzas provinciales. Entre sus demandas están:

  • El pago de la deuda que la Nación tiene con las provincias por las cajas de previsión.
  • La compensación del Pacto Fiscal de 2017.
  • La coparticipación de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que no fueron distribuidos en 2024, así como un equilibrio en las transferencias del próximo año.
  • La reducción de las contribuciones distritales a la ARCA.
  • La eliminación del impuesto a los combustibles o un reparto equitativo de los fondos.

La suspensión del debate presupuestario se produce después de que el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, José Luis Espert, se reunieran esta mañana con Santiago Caputo.

La reunión se produce al mismo tiempo que Javier Milei y Luis Caputo se encuentran en Brasil participando en el G20.

"El Gobierno está tratando de ganar tiempo para negociar con los gobernadores y evitar que el proyecto de presupuesto sea rechazado", dijo un alto funcionario del Gobierno que pidió no ser identificado.

Si el proyecto de presupuesto no se aprueba antes del 31 de diciembre, el presupuesto actual se prorrogará automáticamente. Esto significaría que el Gobierno no podría aplicar ninguno de los cambios propuestos en el nuevo presupuesto, como un aumento del gasto en educación y sanidad.

La prórroga del presupuesto actual también supondría un revés para el Gobierno, que ha hecho del proyecto de presupuesto una pieza clave de su plan económico.

El Gobierno ha argumentado que el presupuesto es necesario para reducir el déficit y controlar la inflación. Sin embargo, los críticos han argumentado que el presupuesto es demasiado austero y que recortará los programas sociales esenciales.