Estados Unidos intensifica la guerra comercial con China imponiendo nuevos aranceles
Estados Unidos ha impuesto nuevos aranceles a las importaciones procedentes de China, en un claro endurecimiento de la guerra comercial entre las dos superpotencias económicas.
Aranceles a los vehículos eléctricos y otros productos
El Gobierno de Joe Biden ha aumentado los aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos procedentes de China del 25% al 100%. Además, ha impuesto nuevos aranceles a las placas fotovoltaicas, la industria de los semiconductores y las grúas portuarias.
Protección de la industria estadounidense
La Casa Blanca asegura que estas medidas son necesarias para proteger a la industria estadounidense de las prácticas comerciales desleales de China. Según el Gobierno demócrata, China está inundando los mercados globales con exportaciones artificialmente baratas.
Tensión entre las dos potencias
La imposición de estos nuevos aranceles ha aumentado la tensión entre Estados Unidos y China. El Gobierno chino ha criticado la postura de Washington, asegurando que el "problema de exceso de capacidad china no existe".
Otros frentes de la guerra comercial
Más allá de los vehículos eléctricos, el Ejecutivo de Joe Biden ha confirmado la subida de los aranceles al acero y aluminio, que llegarán hasta el 25% en 2024. También se ha duplicado el arancel aplicado a los semiconductores hasta el 50% en 2025.
Inversión en la industria de los semiconductores
Estados Unidos está realizando una inversión de casi 53.000 millones de dólares en la industria de los semiconductores. Esto forma parte de la Ley de chips, que tiene como objetivo reducir la dependencia de Estados Unidos de los proveedores extranjeros.
Reacción de las empresas
Las empresas estadounidenses han acogido con satisfacción las medidas del Gobierno. Aseguran que estas protecciones son necesarias para que puedan competir con las empresas chinas.
Impacto en los consumidores
Se espera que los nuevos aranceles tengan un impacto en los consumidores estadounidenses. Los precios de los vehículos eléctricos, las placas fotovoltaicas y otros productos procedentes de China podrían aumentar.