El ambiente laboral en Boeing se encuentra en tensión tras el rechazo de los trabajadores a un acuerdo que contemplaba un aumento salarial del 25% en cuatro años. Como resultado, los empleados de Boeing en la Costa Oeste de Estados Unidos se encuentran en huelga, paralizando la producción de aviones.

Antecedentes

Las negociaciones entre Boeing y los sindicatos de trabajadores han durado varias semanas. El acuerdo rechazado por los trabajadores incluía un aumento general de los salarios del 25%, una bonificación por firmar de 3.000 dólares y la promesa de construir el próximo avión comercial de Boeing en el área de Seattle.

Sin embargo, los trabajadores consideran que los aumentos salariales propuestos son insuficientes, especialmente tras una década de estancamiento salarial y el aumento del coste de la vida. También expresaron su descontento por la pérdida de una bonificación anual.

Huelga e impacto

El jueves, cerca del 95% de los miembros del sindicato International Association of Machinist (IAM) votaron en contra del acuerdo. Como consecuencia, unos 30.000 trabajadores en las áreas de Seattle y Portland han detenido la producción de aviones.

Esta huelga supone un duro golpe para Boeing, que ya se enfrenta a retrasos crónicos en la producción y una deuda creciente. La compañía ha anunciado que pondrá fin a su contrato de venta de aviones 737 MAX, su avión más vendido, para centrarse en resolver estos problemas.

La huelga también afectará al sector aéreo, ya que agravará la escasez de aviones.

Perspectivas de futuro

Tanto Boeing como los sindicatos han expresado su voluntad de volver a la mesa de negociaciones. Sin embargo, aún no está claro cuándo se reanudarán las conversaciones o si se podrá llegar a un acuerdo que satisfaga a ambas partes.

«Se trata de respeto, se trata de abordar el pasado y se trata de luchar por nuestro futuro», dijo Jon Holden, quien encabezó las negociaciones para la IAM.

Mientras tanto, la huelga continúa, dejando en el aire el futuro de la producción de aviones de Boeing.