En un movimiento estratégico decisivo, Iberdrola se ha embarcado en una significativa expansión de su imperio energético con la reciente oferta de adquisición del 18,4% restante de Avangrid, su filial en Estados Unidos, por un valor aproximado de 2.486 millones de dólares. La iniciativa busca consolidar la presencia de la empresa en el mercado energético norteamericano, conocido por su estabilidad y potencial de crecimiento, especialmente en lo que respecta a las redes de energía y el sector de las energías renovables.

¿Qué representa esta adquisición para Iberdrola?

La operación no solamente refleja la determinación de Iberdrola por dominar las redes de distribución y la energía renovable en Estados Unidos, sino que también pone de manifiesto la visión de su presidente, Ignacio Sánchez Galán, de invertir en negocios regulados con alta calificación crediticia. Avangrid, con operaciones extendidas a lo largo de 24 estados y activos valorados en 44.000 millones de dólares, se posiciona como un objetivo estratégico que podría incrementar sustancialmente la capacidad instalada renovable del conglomerado español para el 2025.

Las cifras detrás de la operación

Se estima que la capacidad de Iberdrola en Estados Unidos crezca un 70% en una década, alcanzando los 10.000 MW de energía renovable. Este ambicioso plan de crecimiento viene respaldado por las significativas inversiones de la compañía en el país, que tan solo en el periodo de 2020 a 2022 ascendieron a 9.000 millones de dólares. El refuerzo del negocio de redes, la modernización de infraestructuras y el liderazgo en proyectos de energía eólica marina son algunas de las principales áreas de foco para la empresa energética.

Impacto de la Ley de Reducción de la Inflación y la CLCPA

En contexto con las políticas energéticas actuales de Estados Unidos, la inversión de Iberdrola busca capitalizar las oportunidades generadas por legislaciones claves, como la ley Climate Leadership and Community Protection Act – que exige un notable aumento en la capacidad de energía renovable del estado de Nueva York – y la Ley de Reducción de la Inflación, que plantea incentivos para el sector.

Con este panorama, Iberdrola se dispone a fortalecer su enfoque en incrementar la inversión en redes, a fin de mejorar la integración de energías limpias y modernizar la infraestructura para responder eficientemente a la creciente demanda de energía.