La Reserva Federal empieza el cambio de ciclo: se avecinan bajadas de tipos de interés

Los bancos centrales de todo el mundo están dando un giro en su política monetaria para evitar una recesión. Tras meses de subida de tipos para controlar la inflación, ahora toca poner el foco en el empleo. En concreto, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha anunciado que empezará a bajar los tipos de interés en septiembre, siguiendo los pasos del Banco Central Europeo (BCE) y del Banco de Inglaterra.

La inflación da una tregua

La inflación es un aumento generalizado de los precios de los bienes y servicios, y es uno de los principales quebraderos de cabeza para los bancos centrales. En los últimos meses, la inflación se ha disparado en todo el mundo, provocada por factores como la guerra de Ucrania, la ruptura de las cadenas de suministro y el aumento de la demanda tras la pandemia.

Sin embargo, en los últimos meses, la inflación parece haber dado una tregua. En Estados Unidos, por ejemplo, la inflación ha bajado del 3% por primera vez desde marzo de 2021. Esto ha permitido a la Fed empezar a pensar en bajar los tipos de interés.

El empleo, la nueva preocupación

Si bien la inflación parece estar bajo control, el empleo es ahora la principal preocupación de la Fed. La economía estadounidense ha creado muchos puestos de trabajo en los últimos meses, pero el paro sigue siendo elevado. Además, hay señales de que el mercado laboral se está debilitando, con un aumento del número de despidos.

La Fed quiere evitar que el desempleo siga subiendo, ya que esto podría llevar a una recesión. Por lo tanto, ha decidido empezar a bajar los tipos de interés para estimular la economía y crear más empleo.

El BCE y el Banco de Inglaterra también bajan tipos

La Fed no es el único banco central que está bajando los tipos de interés. El BCE y el Banco de Inglaterra también han anunciado recientemente que empezarán a hacerlo en septiembre. Esto indica que existe una preocupación generalizada entre los bancos centrales sobre el estado de la economía mundial.

La bajada de tipos de interés es una buena noticia para los consumidores y las empresas. Los tipos de interés más bajos hacen que sea más barato pedir dinero prestado, lo que puede estimular el gasto y la inversión. Sin embargo, también puede provocar inflación, por lo que los bancos centrales deberán vigilar de cerca la situación.