El legado del padre de Carlos Slim y su huida del Líbano
Carlos Slim Helú es el empresario más acaudalado de México, con una fortuna estimada por Forbes en 100 mil millones de dólares. Su éxito se atribuye a su habilidad para los negocios, siendo dueño de grandes empresas como América Móvil y Grupo Carso. Desde pequeño, Slim aprendió de su padre, Julián Slim Haddad, a llevar el control de sus finanzas, una enseñanza clave en su camino hacia la riqueza.
Carlos Slim proviene de una familia de ascendencia libanesa. Su padre, Julián Slim Haddad, emigró a México en 1902 a la edad de 14 años, huyendo del Imperio Otomano que gobernaba el Líbano en ese entonces. Durante ese período, el imperio obligaba a los jóvenes a integrarse en su ejército, por lo que muchas familias libanesas decidieron enviar a sus hijos al extranjero antes de que cumplieran 15 años, como fue el caso de Julián.
La huida hacia México
Sin hablar español y enfrentándose a un nuevo país, Julián llegó al puerto de Veracruz y se estableció inicialmente en Tampico, Tamaulipas, donde sus hermanos mayores ya se encontraban desde 1898. Juntos fundaron una exitosa empresa mercantil llamada La Estrella de Oriente en 1904. Con el tiempo, este negocio creció, y en plena Revolución Mexicana, Julián Slim compró la participación de su hermano en la compañía, convirtiéndola en una de las principales mercerías del Centro Histórico de la Ciudad de México. Para 1921, el valor de la empresa superaba los 100 mil dólares, y Julián ya era propietario de múltiples bienes inmuebles en la zona.
Un legado de éxito
En 1926, Julián se casó con Linda Helú, una mujer también de origen libanés, cuyos padres habían emigrado a México a finales del siglo XIX. La pareja tuvo seis hijos, entre ellos Carlos Slim, nacido en 1940.
El legado que Julián dejó a sus hijos fue mucho más que una exitosa empresa. Les inculcó la importancia de llevar un registro minucioso de sus ingresos y gastos, una práctica que Carlos Slim adoptó desde temprana edad. A los 12 años, Slim abrió su primera cuenta bancaria y comenzó a invertir en acciones, marcando el inicio de su carrera como inversionista.
Julián Slim falleció en 1953, cuando Carlos tenía apenas 13 años. Sin embargo, su influencia en la vida de Carlos perduró, moldeando la mentalidad empresarial que lo llevaría a convertirse en uno de los hombres más ricos del mundo.
La herencia libanesa de Carlos Slim
Hoy en día, el Líbano sigue enfrentando conflictos que preocupan a la comunidad libanesa en el extranjero, incluida la mexicana. Recientemente, la situación en el Líbano ha sido tensa debido a los bombardeos israelíes y la respuesta de grupos militantes como Hezbolá, respaldados por Irán.
Esta violencia ha dejado numerosas víctimas y ha desplazado a miles de personas, sumando a la inestabilidad que el país ha experimentado en los últimos años. La comunidad libanesa en México ha expresado su dolor y preocupación por la crisis en su tierra de origen, pidiendo un cese inmediato a las hostilidades y el respeto a la soberanía del Líbano.