La industria de gestión de activos se consolida: fusiones y adquisiciones transforman el panorama
En los últimos doce meses, el sector de gestión de activos ha sido testigo de una serie de operaciones corporativas significativas, reforzando la tendencia hacia la consolidación y la expansión que se viene produciendo desde tiempo.
Entre las transacciones más destacadas se encuentran la adquisición de Putnam Investments por Franklin Templeton por 1.300 millones de dólares y la compra de Credit Suisse por UBS, que ha creado una entidad bancaria y de gestión de activos con un balance de 1,6 billones de dólares, cuyo capítulo en España supuso el trasvase de hasta 4.500 millones de euros en patrimonio gestionado y asesorado. La última, el anuncio conversaciones entre BNP Paribas y AXA IM para adquirir esta última.
Potencia y riesgos de la concentración
Las fusiones y adquisiciones en la gestión de activos ofrecen varias ventajas. Una de las principales son las economías de escala. A medida que las firmas gestionan más activos, pueden distribuir sus costes fijos entre una base más amplia, lo que reduce el coste por unidad de gestión.
Sin embargo, esta dinámica también comporta riesgos. La concentración del mercado en unas pocas firmas grandes crea un riesgo sistémico, ya que cualquier problema financiero o de gestión en una de estas firmas puede tener repercusiones amplias en el sistema financiero global.
Además, la concentración puede llevar a una reducción en la competencia, lo que podría resultar en comisiones más altas para los inversores a largo plazo. Las grandes gestoras tienen más poder para establecer precios y condiciones que podrían no ser favorables para los clientes.
El declive de la gestión independiente
La creciente concentración del mercado también está creando una brecha significativa entre las grandes gestoras y las independientes, muchas de ellas orientadas al value investment. Estas últimas, mucho más pequeñas y con recursos limitados, se enfrentan a desafíos para competir con los gigantes del sector.
La diferencia en la capacidad de inversión en tecnología, márketing y desarrollo de producto coloca a las gestoras independientes en una posición de desventaja significativa. La llegada de la inteligencia artificial (IA) y la potencia de cálculo de las máquinas supone un reto adicional para la gestión independiente.
El futuro de la industria
Las recientes fusiones y adquisiciones han permitido a las principales gestoras alcanzar un tamaño sin precedentes. Firmas como BlackRock, Vanguard o Fidelity ya gestionan billones de dólares en activos, y las recientes adquisiciones sólo han ampliado su dominio.
Este tamaño les confiere una influencia significativa en los mercados financieros globales y en las decisiones corporativas, dado que son accionistas importantes en muchas de las principales compañías del mundo. Es probable que esta tendencia continúe en el futuro, creando cada vez más gestoras globales con capacidades sin precedentes.
Sin embargo, el declive de la gestión independiente también es motivo de preocupación. La diversidad de enfoques y estrategias de inversión es esencial para un mercado saludable. Es importante encontrar formas de apoyar a las gestoras independientes y garantizar que continúen desempeñando un papel en el ecosistema de inversión.