La inflación de alimentos golpea fuerte: la tortilla de patata se dispara un 63%


Los precios de la comida fresca están disparados en España. En los últimos seis años, han subido un 36%, coincidiendo con el periodo en el que Pedro Sánchez está al frente del Gobierno. Y aunque el Ejecutivo ha puesto en marcha medidas para frenar el alza, parece que los alimentos no paran de subir.


Uno de los platos que más se ha encarecido es la tortilla de patata. Según los últimos datos del Índice de Precios al Consumo (IPC) de julio, elaborarla es un 63% más caro que en el mismo periodo de 2018, cuando Sánchez cumplía su primer mes de presidencia.


El aceite y la patata, los ingredientes que más suben


Este incremento de precios se debe, en parte, a la crisis energética derivada de la guerra de Ucrania y a la falta de suministros de materias primas. El aceite, uno de los ingredientes que más se ha encarecido por el aumento de los costes de producción y por la sequía, ha subido un 113% en comparación con julio de ese año.


La patata se encuentra también en máximos históricos. Así lo atestan los datos. En comparación con el año que Sánchez formó Gobierno, su precio se ha disparado un 56%.


El resto de ingredientes también suben


El resto de ingredientes tampoco se quedan atrás: tanto el coste de los huevos como el de la cebolla han experimentado un crecimiento. En concreto, del 43% y 41%, respectivamente. Además, la sal, un ingrediente igual de necesario que el resto para su elaboración, ha subido un 35% en seis años.


Caída del precio de la electricidad y el gas


Por su parte, el precio de la electricidad y el gas se han reducido. Por lo que, su coste no incrementará aún más la elaboración de dicho plato. Así, en comparación con el mismo periodo que 2018, la luz ha bajado un 2% y el gas un 4%.


A pesar de que el precio de la electricidad alcanzó su máximo histórico en 2022 por la guerra de Ucrania, los consumidores están viendo por fin la luz, al verse reducidos los costes. Así parece que la batería de medidas que inició el Gobierno en 2021 ha tenido una repercusión positiva.


El encarecimiento de la tortilla de patata es un reflejo de la situación que atraviesa la economía española. La inflación está desbocada y los precios de los alimentos no paran de subir. Esto está teniendo un impacto muy negativo en las familias españolas, que cada vez tienen más dificultades para llegar a fin de mes.