El economista Carlos Melconian avala el superávit fiscal del Gobierno de Javier Milei

El reconocido economista Carlos Melconian analizó la cadena nacional del presidente Javier Milei, en la que este celebró el superávit fiscal logrado gracias al plan de ajuste implementado por su administración a lo largo de los últimos cuatro meses.

Melconian expresó su convencimiento de que los números del superávit "no están dibujados" ni son "ficticios", destacando que la recaudación no se ha "licuado" gracias a la implementación del Impuesto PAIS.

El Impuesto PAIS, clave para evitar la "licuación" de la recaudación

El economista explicó que la alta inflación acumulada no ha afectado la recaudación debido a la ayuda brindada por el Impuesto PAIS, implementado en 2020 durante la pandemia. Según Melconian, este gravamen aportó 1,8 billones de pesos en el último trimestre, ayudando a mantener los ingresos de recaudación en términos reales.

El gasto público: "motosierra" y "buena fe"

En cuanto al gasto público, Melconian señaló que las medidas de ajuste adoptadas por el Gobierno, como la reducción de transferencias a provincias y la paralización de la obra pública, han evitado la "licuadora" y han sido implementadas con "buena fe".

El economista también se refirió al decreto de necesidad y urgencia (DNU) emitido por el Gobierno para recomponer los haberes jubilatorios, reconociendo que se trata de una medida necesaria para evitar una explosión del gasto previsional en el futuro.

Tipo de cambio: devaluación innecesaria

Finalmente, Melconian cuestionó la devaluación de 800 pesos por dólar implementada por el Gobierno, argumentando que no era necesaria y que ha generado una inflación superior.

Conclusión

En resumen, el economista Carlos Melconian avala el superávit fiscal logrado por el Gobierno de Javier Milei, destacando la importancia del Impuesto PAIS para evitar la "licuación" de la recaudación y considerando que las medidas de ajuste en el gasto público han sido implementadas con "buena fe". Sin embargo, critica la devaluación de 800 pesos por dólar, considerándola innecesaria y contraproducente.