Los mercados bursátiles continúan al alza, con el oro alcanzando máximos históricos
Los mercados bursátiles mundiales siguen al alza, con el oro alcanzando nuevos máximos históricos. El precio del oro ha superado los 2.482 dólares la onza, el nivel más alto desde agosto de 2020.
El euro también está subiendo frente al dólar estadounidense, situándose en torno a los 1,09 dólares por euro. El bitcóin también está subiendo, acercándose a los 66.000 dólares.
Impulsores del alza
Hay varios factores que están impulsando las subidas de los mercados bursátiles. Uno de ellos es la continua recuperación económica tras la pandemia de COVID-19. A medida que las economías se reabren y la gente vuelve a gastar, las empresas están experimentando un aumento de los beneficios.
Otro factor que está impulsando los mercados bursátiles es la política monetaria acomodaticia de los bancos centrales. Los bancos centrales han mantenido los tipos de interés bajos y han estado comprando bonos, lo que ha hecho bajar los tipos de interés y ha facilitado que las empresas y los consumidores pidan dinero prestado.
¿Qué esperar?
Es difícil predecir qué pasará con los mercados bursátiles en el futuro. Sin embargo, hay varios factores que podrían seguir impulsando las subidas. Uno de ellos es la continua recuperación económica. A medida que las economías sigan reabriéndose y la gente vuelva a gastar, las empresas deberían seguir experimentando un aumento de los beneficios.
Otro factor que podría seguir impulsando los mercados bursátiles es la política monetaria acomodaticia de los bancos centrales. Los bancos centrales han indicado que mantendrán los tipos de interés bajos durante algún tiempo, lo que debería seguir facilitando que las empresas y los consumidores pidan dinero prestado.
Sin embargo, también hay algunos riesgos que podrían provocar una corrección de los mercados bursátiles. Uno de ellos es la inflación. La inflación está aumentando en muchos países y, si continúa, los bancos centrales podrían verse obligados a subir los tipos de interés, lo que frenaría el crecimiento económico.
Otro riesgo es la variante Delta del COVID-19. La variante Delta es más contagiosa que otras variantes y podría provocar nuevas oleadas de infecciones. Si esto ocurre, podría dañar la recuperación económica y provocar una caída de los mercados bursátiles.