La crisis de vivienda en Madrid: ¿Un nuevo feudalismo se está gestando?
En las calles de Madrid, una nueva batalla se está librando. No es una contienda armada, sino una lucha silenciosa y constante por el acceso a la vivienda. Mientras que en manifestaciones por la sanidad pública se observa una participación mayoritaria de familias y personas de la tercera edad, las protestas por la vivienda digna están siendo lideradas principalmente por jóvenes. Esta diferencia generacional no es casualidad; refleja una problemática profunda que está transformando la estructura social española.
El despertar de una generación
La juventud española se está movilizando para defender un derecho fundamental consagrado en el artículo 47 de la Constitución: el derecho a una vivienda digna. Sin embargo, la realidad que enfrentan es desalentadora. Con cada vez más frecuencia, se ven obligados a destinar una porción significativa de sus ingresos al alquiler, mientras que la posibilidad de adquirir una vivienda propia se aleja cada vez más.

Según un artículo publicado por Sergio C. Fanjul en El País (2024), esta situación está generando una sensación agridulce: «Es hermoso ver a la juventud luchar por sus derechos constitucionales [...]; pero es triste que lo tenga que hacer».
¿Una cultura del esfuerzo desvanecida?
Se escucha a menudo la crítica de que la juventud actual no ahorra, que prefiere gastar su dinero en placeres efímeros. Sin embargo, esta visión ignora el contexto económico y social en el que se desenvuelven. Las generaciones precedentes tuvieron la oportunidad de acceder a viviendas más asequibles gracias a políticas gubernamentales que fomentaron la propiedad. Hoy, la situación es radicalmente diferente.

Jaime Palomera, en su libro El secuestro de la vivienda, analiza cómo los gobiernos, incluso durante el franquismo, implementaron medidas para crear una sociedad de propietarios, alejando a la población de posibles revueltas. La famosa cita del ministro franquista Arrese, «Mejor un país de propietarios que un país de proletarios», resume esta estrategia.
El surgimiento de nuevas clases sociales
El conflicto actual no es meramente generacional, sino que se está configurando como una lucha entre nuevas clases sociales: los rentistas y los inquilinos. Adkins, Cooper y Konings, en su libro Vivienda. La nueva división de clases, exploran cómo la economía se ha transformado en un sistema de extracción de rentas, donde la vivienda se ha convertido en un activo financiero en manos de unos pocos.
Las ciudades se están transformando en «huertos donde ver crecer la pasta», en palabras de Fanjul (2024), mientras que las vidas de los ciudadanos se convierten en daños colaterales. Esta dinámica está creando una sociedad segregada, donde la propiedad determina el acceso a oportunidades y recursos.
El neofeudalismo inmobiliario
Jaime Palomera plantea un concepto inquietante: el neofeudalismo. En este sistema, los privilegios se heredan, y una parte de la población se convierte en sierva de la otra. Ya no importa el esfuerzo o el mérito, sino la herencia. La desigualdad se acentúa, y la movilidad social se ve obstaculizada.
Este panorama está llevando a la juventud a tomar medidas drásticas. En una manifestación reciente, estudiantes de The Atomic Garden escenificaron su futuro en plena Gran Vía, amueblando la calle ante la imposibilidad de acceder a una vivienda digna. Su acción performativa, titulada «Si nos negáis la casa, amueblaremos la calle», es un grito desesperado por un futuro más justo.
¿Qué se está haciendo para solucionar la crisis?
Ante esta situación crítica, diversas voces están exigiendo cambios profundos en las políticas de vivienda. Se están proponiendo medidas como:
- Regulación de los alquileres para evitar precios abusivos.
- Aumento de la inversión en vivienda pública para garantizar el acceso asequible.
- Fomento de la rehabilitación de viviendas existentes para aumentar la oferta.
- Limitación de la especulación inmobiliaria para evitar la conversión de la vivienda en un mero activo financiero.
El futuro de la vivienda en Madrid
La crisis de vivienda en Madrid es un problema complejo con raíces profundas. Requiere un enfoque integral y coordinado que involucre a todos los actores sociales: gobierno, sector privado y ciudadanía. El futuro de la ciudad depende de la capacidad de encontrar soluciones justas y sostenibles que garanticen el derecho a una vivienda digna para todos.
Referencias
Fanjul, S. C. (2024, 8 de abril). Crisis de vivienda: la nueva lucha de clases en el neofeudalismo. El País. Recuperado de https://elpais.com/espana/madrid/2025-04-08/crisis-de-vivienda-nueva-lucha-de-clases-en-el-neofeudalismo.html