Oxxo se prepara para la reducción de la jornada laboral en México
Ante la posible reforma laboral en México que reduciría la jornada semanal de 48 a 40 horas, Oxxo, la cadena de tiendas de conveniencia perteneciente a Femsa, está tomando medidas para adaptar su extensa red logística. Con más de 23.000 tiendas operando en el país, la compañía enfrentará desafíos para mantener su nivel de servicio en la distribución y almacenamiento si la medida es aprobada por el Congreso.
Ajustes operativos y contratación de personal
Armando Novoa, gerente de asuntos corporativos de Oxxo, señaló a Expansión que la empresa está monitoreando de cerca el debate sobre la reforma y evaluando los ajustes operativos necesarios para cumplir con la reducción de horas laborales. Novoa subrayó que, si se implementa la reforma, la compañía deberá contratar personal adicional para cubrir las horas que quedarían desatendidas bajo el nuevo esquema. “Siempre hemos cumplido con las regulaciones, y en caso de que la reforma sea aprobada, tendremos que ajustar los horarios y contratar a colaboradores adicionales que puedan cubrir esas horas”, indicó.
Con la expectativa de que la nueva normativa sea aprobada, Oxxo ya está explorando opciones para mantener su estructura logística sin comprometer la calidad de sus operaciones. Actualmente, la empresa emplea a 139.000 personas en México, muchas de ellas en roles operativos dentro de sus CeDis (Centros de Distribución) y puntos de tránsito. Además de contratar nuevo personal, la compañía podría implementar ajustes en horarios y procesos operativos para maximizar la eficiencia en la distribución de productos.
Impacto en el sector empresarial
La propuesta para reducir la jornada laboral a 40 horas semanales ha generado un debate en el sector empresarial mexicano. Impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), la reforma busca mejorar las condiciones laborales, pero también ha suscitado preocupaciones sobre el impacto en la productividad y los costos operativos.
Enrique Guillomen Maldonado, dirigente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Orizaba, expresó su preocupación por cómo esta medida afectará a sectores específicos, especialmente el turismo, que depende de operaciones continuas. Aunque reconoce los beneficios potenciales para los trabajadores, advierte que las implicaciones económicas podrían ser importantes, lo que podría resultar en aumentos de costos, pérdida de empleos y cierres de empresas.
Condiciones para la viabilidad de la reforma
Los empresarios han propuesto cuatro condiciones para hacer viable la reducción de la jornada laboral: Estas recomendaciones están alineadas con experiencias internacionales, como en Chile y Colombia, donde la reducción de la jornada laboral no afectó significativamente la productividad ni el crecimiento económico.
- Flexibilidad en la implementación, permitiendo a las empresas adaptar la reducción de horas de acuerdo a sus necesidades específicas.
- Incentivos para la creación de nuevos empleos, como exenciones fiscales o subsidios para empresas que contraten personal adicional.
- Medidas para garantizar la productividad, como la inversión en tecnología y capacitación para los trabajadores.
- Un diálogo activo entre el sector empresarial y el gobierno para monitorear el impacto de la reforma y realizar ajustes según sea necesario.
Perspectivas a futuro
Héctor Luján, tesorero de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco), ha enfatizado la importancia de no apresurarse en la implementación de esta medida. Luján aboga por mantener un diálogo activo entre el sector empresarial y los legisladores para analizar los efectos de la reforma.
El gobierno de Claudia Sheinbaum ha tomado un papel activo en la promoción de esta reforma, incluyendo la reducción de la jornada laboral como uno de sus compromisos principales. La STPS, liderada por Marath Bolaños, se encargará de definir los detalles de la reforma, que implica modificaciones al artículo 123 de la Constitución y la Ley Federal del Trabajo (LFT).
A pesar de las preocupaciones iniciales de algunos sectores, muchas empresas están considerando opciones para adaptarse a la nueva normativa, con algunas evaluando un aumento de su plantilla laboral entre un 13% y un 15%, mientras que otras están optando por pagar horas extras para mantener la productividad. A largo plazo, el éxito de esta reforma dependerá de la capacidad de las empresas para combinar diferentes estrategias y así evitar un aumento de la informalidad laboral.
Existen diferentes alternativas para ajustar la jornada laboral a 40 horas semanales:
- Reducir las horas diarias de trabajo.
- Eliminar o reducir las horas extra.
- Implementar horarios flexibles o jornadas comprimidas.