Sevilla lucha contra los enganches ilegales al suministro eléctrico

Sevilla enfrenta un problema serio debido a las conexiones ilegales a la red eléctrica para alimentar plantaciones ilegales de marihuana. Desde el 15 de julio, cuatro centros de transformación de Endesa han quedado completamente calcinados por sobrecargas en la red causadas por estos enganches.

Centros de transformación afectados

El primer incidente ocurrió el 15 de julio en el centro de transformación de la calle Mago de Oz del Polígono Sur, que ya había sufrido sabotajes y manipulaciones previas. A pesar de haber sido reforzado en 2020 para ampliar su potencia y prevenir daños, el centro no pudo soportar la sobrecarga y quedó inutilizado.

Otro centro de transformación ubicado en la calle Martínez Montañés también quedó calcinado debido a la sobrecarga. Esta instalación, renovada en los últimos dos años, tampoco pudo soportar el consumo desmedido de electricidad.

En Los Pajaritos, el centro de transformación de la calle La Gaviota, equipado con tecnología de última generación, también quedó inutilizado el 16 de julio. El último incidente ocurrió el 20 de julio en la plaza del Platanero, en Torreblanca. La instalación, renovada hace un año, tampoco pudo hacer frente a la sobrecarga.

Respuesta de Endesa

Endesa ha invertido cerca de 12,7 millones de euros desde 2020 para reforzar y digitalizar las redes eléctricas en las zonas con mayor incidencia de fraude por plantaciones de marihuana. La inversión media por cliente en estos entornos es cinco veces superior a la destinada a barrios más acomodados de Sevilla.

Para 2024, Endesa destinará más de 4,2 millones de euros para instalar tres nuevos centros de transformación, reforzar dos existentes y ampliar las líneas de media y baja tensión.

Además, Endesa continúa realizando intervenciones para detectar y eliminar enganches ilegales. La última intervención, realizada el 19 de julio en el Polígono Sur, detectó 44 suministros en fraude eléctrico, dos de ellos con consumos similares a los de una plantación de marihuana.

La sobrecarga causada por las conexiones ilegales no solo daña las instalaciones eléctricas, sino que también pone en riesgo la seguridad de los vecinos y dificulta el suministro eléctrico a los clientes que pagan por el servicio.