China investiga la carne de cerdo europea en respuesta a los aranceles de la UE sobre los coches eléctricos

China ha iniciado una investigación antidumping contra las importaciones de carne de cerdo y productos derivados procedentes de la Unión Europea. La medida, que podría derivar en la imposición de aranceles, es una respuesta a la decisión de la UE de aumentar los aranceles sobre los coches eléctricos importados desde China.

La investigación, que durará un año con una posible prórroga de seis meses, abarcará las importaciones de carne de cerdo destinadas principalmente al consumo humano. Pekín investigará la posible competencia desleal, consistente en vender a precios inferiores al coste para ganar cuota de mercado, en las importaciones de 2023. Sin embargo, el periodo de evaluación de posibles daños se remonta desde el 1 de enero de 2020 hasta el 31 de diciembre de 2023, un total de cuatro años, según el comunicado emitido por el Ministerio de Comercio.

España, principal exportador europeo afectado

China, un importante consumidor de carne de cerdo, importó en 2023 unos 5600 millones de euros en productos porcinos, de los cuales más de la mitad procedían de la UE, según datos de aduanas chinas citados por Reuters. España es el mayor exportador de los países afectados por la investigación, con una partida que supera los 1400 millones de euros, casi tres veces más que Países Bajos (560 millones) y Dinamarca (513 millones).

El ministro de Agricultura español, Luis Planas, ha expresado su confianza en que se llegue a un entendimiento con las autoridades chinas. "Las guerras comerciales no son beneficiosas para nadie", ha afirmado, según recoge EFE.

Guerra comercial en ciernes

La investigación forma parte de una serie de medidas de represalia que China está adoptando en respuesta a la decisión de la UE de aumentar los aranceles sobre los coches eléctricos chinos. La UE concluyó la semana pasada que Pekín subvenciona injustamente a sus fabricantes, lo que distorsiona el mercado y perjudica a los competidores europeos. En consecuencia, Bruselas ha decidido aumentar los impuestos sobre los vehículos procedentes de China hasta un máximo del 48,1%, aunque con variaciones según los fabricantes.

El Ministerio de Comercio chino emitió la semana pasada un duro comunicado en respuesta a la medida comercial europea, calificándola de "proteccionista". "Las conclusiones presentadas", dijo un portavoz, "carecen de base fáctica y jurídica". Pidió a Bruselas que corrigiera su comportamiento "inmediatamente" y aseguró que adoptarían "todas las medidas necesarias para defender con firmeza los derechos e intereses legítimos de las empresas chinas".

En las últimas semanas, los medios de comunicación estatales chinos habían anunciado la posible apertura de una investigación sobre el sector porcino de la UE. Estos medios también han apuntado a otras posibles contramedidas dirigidas al sector aeronáutico y al de los vehículos de gran cilindrada.