Radiografía de la economía española a través del Termómetro 5D
La economía española está siendo objeto de un análisis exhaustivo a través de una nueva herramienta llamada Termómetro 5D, desarrollada por 40dB para Cinco Días (Hidalgo, 2025). Este índice, que condensa cinco dimensiones clave (consumo, inversión, ahorro, mercado laboral y vivienda), está ofreciendo una perspectiva innovadora sobre las percepciones y expectativas de los ciudadanos españoles en relación con la situación económica actual y futura.
A diferencia de otros indicadores que miden el «sentimiento» económico, el Termómetro 5D se basa en una amplia muestra de más de 6.000 entrevistas trimestrales, proporcionando una visión detallada y matizada de la realidad económica española. El valor global del primer trimestre de 2025, situado en 46,1, sugiere que las expectativas sobre la economía se están manteniendo estables, aunque acercándose al umbral del pesimismo.

Contrastando datos macroeconómicos con la realidad ciudadana
Uno de los aspectos más destacados de este ejercicio, según Cinco Días (Hidalgo, 2025), es su capacidad para contrastar los indicadores macroeconómicos oficiales con el sentir real de la población. Mientras que los datos de nowcasting del primer trimestre de 2025 indican un crecimiento económico, aunque a un ritmo más lento que en 2024, el Termómetro 5D revela una creciente preocupación entre los ciudadanos. Esta percepción, sin embargo, no es uniforme en todos los sectores ni para todos los grupos poblacionales.
El índice de consumo, por ejemplo, se sitúa en 48,6, reflejando una estabilidad moderada que coincide con el comportamiento errático de la demanda interna en los últimos trimestres. Resulta particularmente revelador el optimismo respecto a productos básicos como el aceite de oliva (55,0) y el pescado fresco (52,4), lo que sugiere que los españoles están comenzando a percibir una normalización en los precios de los alimentos tras las fuertes tensiones inflacionarias de los últimos años.

Las fracturas persistentes en el modelo económico español
El Termómetro 5D no solo está sirviendo para seguir la coyuntura nacional, sino también para identificar algunas de las fracturas que persisten en el modelo económico español. La dimensión de vivienda, con un alarmante 30,1, se está situando al borde del «fuerte pesimismo», evidenciando que la crisis habitacional sigue siendo un problema crucial. La dificultad para acceder a la vivienda se está consolidando como un problema estructural que trasciende los ciclos económicos, afectando a una gran parte de la población.
Igual de preocupante es el pesimismo moderado en el mercado laboral (42,5), que contrasta con las mejoras en las tasas oficiales de desempleo. Este indicador sugiere que, más allá de la creación de empleo, los españoles están percibiendo problemas en la calidad y estabilidad de los puestos de trabajo, reflejando una precarización laboral que las estadísticas oficiales no siempre capturan. El País (2025) está poniendo de relieve la necesidad de abordar estos problemas estructurales para mejorar la percepción ciudadana sobre la economía.
La brecha generacional y el cambio estructural
La disparidad de percepciones entre generaciones que revela el estudio es quizás la mejor muestra del cambio estructural que está experimentando la economía española, según el análisis de Manuel Alejandro Hidalgo para Cinco Días (Hidalgo, 2025). Resulta llamativo el moderado optimismo de la Generación Z para el mercado laboral frente a la cautela de los Baby Boomers, evidenciando la posible existencia de dos Españas económicas diferentes: una más digitalizada, global y flexible (aunque precaria) frente a otra anclada en modelos económicos tradicionales, pero con mayor estabilidad.
Esta brecha generacional no es casualidad y podría estar mostrando las consecuencias de la transformación del modelo productivo español, donde conviven sectores tradicionales en lenta adaptación con nuevos nichos de alta productividad que emplean principalmente a jóvenes, pero frecuentemente con condiciones laborales menos estables. Las empresas y el gobierno están trabajando para reducir esta brecha y ofrecer oportunidades equitativas para todas las generaciones.
Capacidades predictivas y desafíos futuros
Finalmente, el Termómetro 5D podría estar mostrando también capacidades predictivas. La moderada estabilidad en consumo e inversión (47,1) sugiere que, pese a los desafíos, la economía española y global en un contexto de fuerte incertidumbre podría mantener cierta resiliencia en los próximos meses. Sin embargo, las señales de alarma en vivienda y la tibieza en el mercado laboral apuntan a que los problemas estructurales siguen sin resolverse. La persistencia de estos desafíos está generando incertidumbre entre los ciudadanos.
«Estos ejercicios de medición de expectativas económicas nos recuerdan que, más allá de los indicadores macroeconómicos, la verdadera salud de una economía debe medirse por cómo la perciben quienes la viven día a día. Y en ese sentido, el Termómetro 5D nos muestra una España que avanza, pero que aún no ha conseguido cerrar las heridas de crisis pasadas ni resolver sus desequilibrios históricos» (Hidalgo, 2025).
En conclusión, el Termómetro 5D está ofreciendo una valiosa herramienta para analizar la economía española desde la perspectiva de sus ciudadanos. Si bien se están observando signos de estabilidad y optimismo en algunos sectores, los problemas estructurales como la crisis de la vivienda y la precarización laboral siguen generando preocupación y requieren atención urgente. Las autoridades y los agentes económicos están colaborando para abordar estos desafíos y construir una economía más sólida y equitativa para todos los españoles.
Referencias
- Hidalgo, M. A. (2025). Radiografía de la economía española. Cinco Días. Recuperado de https://elpais.com/economia/2025-04-14/radiografia-de-la-economia-espanola-a-traves-del-termometro-5d.html