La preocupante situación de las cárceles porteñas, con un hacinamiento cada vez mayor, ha llevado al Gobierno de la Ciudad a poner en marcha tres proyectos para ampliar la capacidad carcelaria. Estas iniciativas, que incluyen la instalación de contenedores metálicos, la construcción de una mega alcaidía en Villa Soldati y la finalización de la ampliación de la cárcel de Marcos Paz, pretenden paliar el problema de la superpoblación y mejorar las condiciones de detención.

Contenedores metálicos

Ya se han instalado 19 módulos con calabozos en estructuras metálicas similares a los contenedores que se usan para el comercio internacional, con capacidad para 300 presos. Estos contenedores han sido ubicados en Barracas, Villa Soldati, Chacarita y Saavedra, junto a alcaidías que ya alojaban a muchos reclusos. Si bien algunos vecinos han expresado su rechazo a tener más presos cerca de sus viviendas, estas instalaciones han supuesto un alivio para la Ciudad.

Mega alcaidía en Villa Soldati

Este proyecto, aún en fase de licitación, pretende construir una mega alcaidía en Villa Soldati con capacidad para 720 presos. Se trata de la primera de este tamaño en la Ciudad y su construcción supondría un gran paso para vaciar las comisarías. El predio elegido, de 40.000 m2, está ubicado en la avenida 27 de Febrero, en el cruce con la autopista Cámpora. La inversión prevista supera los 43 mil millones de pesos y el plazo de ejecución es de dos años y medio, con un inicio previsto para el primer trimestre del próximo año.

Ampliación de la cárcel de Marcos Paz

El tercer proyecto, el más antiguo y ambicioso, es la ampliación del penal federal de Marcos Paz, donde quedó a medio hacer un nuevo pabellón para 2.240 presos. Esta ampliación permitiría aliviar la presión sobre las comisarías y vaciar de una vez la cárcel de Villa Devoto. La licitación también está abierta, pero se trata de una obra de 70 millones de dólares y plazos más largos.

Hacinamiento y retrasos

El hacinamiento en las comisarías se agravó desde la pandemia, cuando el Servicio Penitenciario Federal frenó la recepción de detenidos. Aunque se han retomado los traslados, la Policía de la Ciudad arresta a más personas de las que se pueden trasladar, lo que ha llevado a que en la actualidad haya más de 2.200 detenidos en comisarías y alcaidías, el doble de lo que debería haber. Los tres proyectos en marcha para ampliar la capacidad carcelaria pretenden resolver este problema, pero su implementación es lenta y demorará en dar resultados contundentes.

"Los tres proyectos tienen realidades distintas, pero coinciden en dos temas: están en marcha, pero demorarán en dar resultados contundentes."

Pablo Novillo, Editor de la sección Sociedad de Clarín