Trump desafía el orden económico mundial y pone en jaque el sistema de Bretton Woods

En un movimiento que está resonando en los pasillos del poder económico mundial, el segundo mandato de Donald Trump en la Casa Blanca parece estar marcando un punto de inflexión en el orden económico global. Con la imposición de aranceles promedio que alcanzan el 20% a las exportaciones, una medida anunciada este miércoles, Trump está intensificando una batalla comercial que está poniendo a prueba los cimientos del sistema multilateral nacido de las conferencias de Bretton Woods en 1944 (Cordero, 2025).

Para entender la magnitud de este desafío, es crucial recordar que Bretton Woods dio origen a instituciones clave como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, además de sentar las bases para la creación de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Estas instituciones, nacidas en un contexto de posguerra y bajo el liderazgo de Estados Unidos, establecieron un nuevo orden económico mundial que buscaba promover la estabilidad y el crecimiento a través de la cooperación y el multilateralismo.

El multilateralismo en la cuerda floja

Ángel Saz, director del Centre for Global Economy and Geopolitics (EsadeGeo), subraya la importancia del multilateralismo como «un cojín de olas expansivas», proporcionando certidumbre y predictibilidad. Sin embargo, las acciones de Trump están socavando este sistema, llevando a una escalada de conflictos comerciales sin un mecanismo claro de resolución. Esto podría afectar a diversos sectores, desde los productores de manzanas en Lleida hasta los de aceite de Jaén (Cordero, 2025).

Aislamiento y reversión de la globalización

La estrategia de Trump se basa en la imposición de aranceles para impulsar la industria nacional, reducir el déficit comercial y generar ingresos adicionales para bajar impuestos. Sin embargo, esta lógica no es compartida por todos los economistas. Xavier Vives, profesor de IESE, advierte que este plan de aislacionismo y reversión de la globalización podría resultar en un menor crecimiento para todo el mundo. «Es un plan clásico de aislacionismo y de reversión de la globalización y al final —dice el académico— supondrá menos crecimiento para todo el mundo; los efectos serán negativos: lo dice la teoría y la experiencia» (Cordero, 2025).

El choque con la OMC y otras instituciones globales

La visión de Trump no contempla mediadores, lo que lo coloca en una posición de choque directo con la OMC. Víctor Burguete, investigador senior de Geopolítica Global y Seguridad del CIDOB, señala que se está reconfigurando el sistema de poder del siglo XX, y Estados Unidos está explorando los límites de su poder, mostrando aversión a instituciones que lo limiten. «Es un shock claro para el desafío de estas instituciones, porque se está reconfigurando el sistema de poder del siglo XX y Estados Unidos está explorando los límites de su poder y no le gusta que haya instituciones o terceros poderes que lo limiten», (Cordero, 2025)

Más allá del ámbito económico, Trump también se ha retirado del Acuerdo del Clima de París y ha anunciado la salida de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sumándose a su histórica no participación en otras instituciones como el Tribunal Penal Internacional. Estas acciones reflejan una clara tendencia a desafiar el orden internacional establecido.

  • Retiro del Acuerdo del Clima de París
  • Anuncio de la salida de la OMS
  • Bloqueo del organismo de apelación de la OMC

La postura de Biden y el futuro del multilateralismo

Es importante destacar que esta lógica no es exclusiva de Trump. Como señala Dani Cordero (2025) en el artículo de *El País*, Biden tuvo cuatro años para revertir las políticas de su predecesor en relación con la OMC, pero no lo hizo. De hecho, la aprobación del IRA (Ley de Reducción de la Inflación) por parte de Biden, que impulsaba las inversiones en Estados Unidos, también cuestionaba los cimientos de la OMC. Según Federico Steinberg, investigador principal del Instituto Elcano y catedrático Príncipe de Asturias en Georgetown, republicanos y demócratas coinciden en que «la globalización ha sido negativa para la economía americana» (Cordero, 2025).

¿Hacia un nuevo Bretton Woods?

Ante esta situación, algunos expertos están planteando la necesidad de un nuevo Bretton Woods que adapte la arquitectura financiera internacional a las realidades económicas y las relaciones de poder actuales. António Guterres, secretario general de Naciones Unidas, ya señaló en 2022 la necesidad de esta reformulación. Como recuerda Burguete, el mundo ha cambiado drásticamente desde la creación del sistema actual, con la aparición de 193 nuevos países y la transición de un mundo colonial a uno globalizado. «Es necesario un nuevo Bretton Woods donde los países acuerden una nueva arquitectura financiera internacional que refleje las realidades económicas y las relaciones de poder actuales» (Cordero, 2025).

Aunque es poco probable que Estados Unidos se retire del FMI y el Banco Mundial debido a su influencia y poder de veto en estas instituciones, Trump está poniendo a prueba los límites de un orden internacional que necesita una urgente revisión. Lo que está claro es que Trump está probando las costuras de un orden internacional que había envejecido (Cordero, 2025).