Trump endurece su postura arancelaria: China no está exenta
En un movimiento que está generando ondas expansivas en los mercados globales, el expresidente Donald Trump está reiterando su postura de que ningún país, y especialmente China, escapará a los aranceles que su administración está implementando. Esta declaración está siendo vista como una señal clara de que, en caso de regresar al poder, Trump estaría dispuesto a intensificar las tensiones comerciales, revirtiendo las exenciones temporales concedidas a ciertos productos tecnológicos.

La amenaza arancelaria se cierne sobre China
Según El Imparcial (2025), a través de su plataforma Truth Social, Trump ha estado comunicando que no tolerará los desequilibrios comerciales que considera injustos. China, en particular, ha sido señalada como la principal beneficiaria de estas prácticas. A pesar de las excepciones temporales que se han dado a algunos productos tecnológicos, el expresidente ha enfatizado que estas no son permanentes y que todos los productos, incluidos los electrónicos, podrían estar sujetos a futuros aranceles.
¿Qué productos están en la mira?
Actualmente, estos productos se encuentran en una «cesta» arancelaria diferente, específicamente relacionada con la seguridad nacional. Howard Lutnick, secretario de Comercio, ha indicado que teléfonos inteligentes, computadoras y otros electrónicos que recientemente fueron eximidos de aranceles recíprocos, podrían volver a estar sujetos a nuevos gravámenes en un futuro cercano. Esto, según Lutnick, podría ocurrir en cuestión de uno o dos meses.

La justificación de Trump: Seguridad nacional y dependencia extranjera
Trump está argumentando que estas medidas son necesarias para asegurar la seguridad nacional de Estados Unidos y reducir la dependencia de las cadenas de suministro extranjeras, especialmente de China. «Necesitamos hacer productos en Estados Unidos, y no seremos rehenes de otras naciones, especialmente de naciones hostiles como China», habría declarado Trump, según El Imparcial (2025).
El impacto en las empresas tecnológicas
Estas declaraciones están generando incertidumbre en el mercado. Empresas tecnológicas como Apple y Dell Technologies, que dependen en gran medida de las importaciones de componentes electrónicos desde China, recibieron un alivio inmediato con las exclusiones temporales. Sin embargo, las recientes declaraciones de Trump y Lutnick están sembrando dudas, provocando fluctuaciones en Wall Street. El índice S&P 500, de hecho, ha experimentado una caída superior al 10% desde que Trump asumió el cargo, reflejando la volatilidad causada por sus políticas proteccionistas.
La respuesta de China
El Ministerio de Comercio de China ha respondido con una advertencia contundente: «La campana en el cuello de un tigre solo puede desatarla la persona que la ató». Esta declaración, citada por Enya M. Contreras y Reuters (2025) en El Imparcial, sugiere que China considera que los aranceles impuestos por Trump son contraproducentes y que la solución debe venir de la misma fuente que los originó.
Reacciones y posibles soluciones
Expertos como el inversor multimillonario Bill Ackman están pidiendo a Trump que suspenda temporalmente los aranceles recíprocos para evitar daños a las empresas estadounidenses y permitir un período de negociación. Peter Navarro, asesor comercial de la Casa Blanca, ha indicado que Estados Unidos ha extendido una invitación a China para negociar, aunque ha subrayado la preocupación por la conexión de China con la cadena de suministro de fentanilo.
El inicio de un proceso
Kevin Hassett, asesor económico de la Casa Blanca, describe los aranceles recíprocos como el «inicio de un proceso» para renegociar los acuerdos comerciales. Trump, por su parte, defiende su política arancelaria como una medida necesaria para revitalizar la economía estadounidense y mejorar el bienestar de los trabajadores nacionales.
Conclusión
Mientras el mundo observa, la incertidumbre continúa y las fluctuaciones en el mercado financiero sugieren que las consecuencias de estas políticas podrían ser más amplias y complejas de lo que inicialmente se anticipó. La postura de Trump está generando debate y preocupación, mientras que las empresas y los mercados se preparan para un futuro incierto en el comercio internacional.