Trump da marcha atrás en política comercial y anuncia posibles aranceles a chips

En un giro inesperado dentro de su política comercial, el presidente Donald Trump está generando incertidumbre en el sector tecnológico. Tras un breve anuncio de exenciones arancelarias para productos tecnológicos que no se fabrican en Estados Unidos, Trump ha insinuado que estas exenciones podrían ser temporales y que, de hecho, se están considerando aranceles específicos para los chips. Este cambio de postura, según Iker Seisdedos (2025), corresponsal de El País, ha provocado confusión y preocupación en la industria.

El anuncio sorpresa y la posterior rectificación

El viernes pasado, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) publicó una lista que aparentemente eximía de aranceles a varios productos tecnológicos, incluyendo móviles, ordenadores, memorias USB y chips. Este movimiento generó alivio en Silicon Valley, que veía amenazadas sus operaciones por las políticas proteccionistas de Washington. Sin embargo, la alegría duró poco. Menos de 48 horas después, varios miembros del gobierno de Trump aparecieron en programas de entrevistas dominicales para aclarar que las exenciones eran, en realidad, provisionales.

Voces del gobierno confirman la revisión arancelaria

Howard Lutnick, secretario de Comercio, declaró que Trump podría anunciar nuevos aranceles en el próximo mes o dos, afectando no solo a los semiconductores sino también a las importaciones farmacéuticas. Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, añadió que los chips son un componente clave de muchos equipos de defensa y, por lo tanto, podrían ser gravados pronto. Jamieson Greer, representante comercial de Estados Unidos, matizó que los semiconductores no quedarían exentos, sino que estarían sujetos a un «régimen diferente» (Seisdedos, 2025).

Trump toma las riendas y justifica la medida

Finalmente, el propio Trump utilizó su red social Truth para confirmar que ha ordenado un estudio exhaustivo sobre la mejor manera de imponer aranceles a los productos electrónicos, argumentando razones de seguridad nacional. «Nadie se librará de responder por las injustas balanzas comerciales y las barreras arancelarias no monetarias que otros países han utilizado contra nosotros, especialmente China», escribió Trump (Seisdedos, 2025). El presidente también acusó a los medios de difundir «noticias falsas» sobre las exenciones, insistiendo en que los productos están sujetos a los aranceles vigentes del 20% impuestos a China para detener el tráfico de fentanilo.

Implicaciones para la industria tecnológica y los consumidores

La incertidumbre generada por estos anuncios está teniendo un impacto significativo en la industria tecnológica. La posibilidad de nuevos aranceles podría aumentar los costos de producción y, en última instancia, los precios para los consumidores. Se estima que un iPhone, por ejemplo, podría aumentar su precio en unos 700 dólares si se aplicaran los aranceles propuestos. Según The New York Times, emisarios de Apple han estado presionando a la Casa Blanca para que reconsidere su política agresiva con China, de la que la tecnología depende en gran medida (Seisdedos, 2025).

La visión de Trump y el futuro de la política comercial

Trump ha manifestado su deseo de que todos los componentes tecnológicos que empresas como Apple importan se fabriquen en Estados Unidos. Sin embargo, esta aspiración se considera irrealizable a corto plazo. La complejidad de las cadenas de suministro globales y la falta de infraestructura en Estados Unidos hacen que esta transición sea extremadamente difícil y costosa. Mientras tanto, la política comercial de Trump sigue generando volatilidad y poniendo en riesgo la estabilidad de los mercados internacionales.

¿Qué sigue?

La Casa Blanca acoge la visita de Nayib Bukele, presidente de El Salvador. Se espera que en los próximos días se den a conocer más detalles sobre la estrategia arancelaria de la administración Trump. La industria tecnológica observa con atención, tratando de anticipar los próximos movimientos y mitigar los posibles daños.

Posibles escenarios a futuro

  • Implementación de aranceles específicos para semiconductores, aumentando los costos de producción de dispositivos electrónicos.
  • Negociaciones bilaterales con China para tratar de reducir las tensiones comerciales.
  • Continuación de la política de «aranceles recíprocos» con otros países, generando más incertidumbre en el comercio internacional.

La política comercial de Trump sigue siendo impredecible, y las consecuencias para la economía global son aún inciertas. Las empresas y los consumidores deberán adaptarse a un entorno en constante cambio, donde la única certeza es la incertidumbre.