Una opa amenaza a Grifols para sacarla de la Bolsa

Una opa se cierne sobre Grifols para sacarla de la Bolsa. La familia fundadora, que controla el 30% de la compañía, negocia con el fondo canadiense Brookfield un acuerdo para lanzar una oferta por el 100% de la empresa, según indican fuentes implicadas en el proceso. La compañía se ha negado a responder a las numerosas llamadas y mensajes de este periódico. Grifols cuenta con un valor en Bolsa en torno a los 5.500 millones de euros.

Reunión de urgencia del consejo de administración

El consejo de administración de Grifols se reunió de urgencia este fin de semana para estudiar una oferta preliminar planteada por la familia catalana y el fondo canadiense. El objetivo es que Brookfield tenga ahora acceso a los libros para hacer una oferta definitiva en las próximas semanas. Lazard es el asesor financiero único de las dos partes de la transacción. Uría Menéndez y Linklaters son los asesores legales.

Una operación tras meses de tensiones

La operación llega tras meses con Grifols en el ojo del huracán, después de que el fondo bajista Gotham City publicara un demoledor informe en enero, en el que acusaba a la empresa de maquillar las cuentas y le otorgaba un valor de cero euros. Esto provocó un desplome en la cotización, del 40% en lo que va de año, así como una investigación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que concluyó con una serie de recomendaciones para aclarar el modo de reflejar sus resultados.

En este contexto, y ante los ataques del inversor bajista, fuentes del consejo de la familia han buscado un socio para diseñar una estrategia satisfactoria para todos los accionistas. Brookfield es uno de los mayores fondos del mundo, con más de 250.000 millones de dólares en liquidez. En España es dueño de la compañía de renovables X-Elio, que compró a KKR, y de la firma también de energía verde Saeta Yield, que ha puesto a la venta. Esta será la primera operación que realiza en España fuera del ámbito de las infraestructuras y del inmobiliario.

La familia Grifols y directivos controlan el 30% del capital

La familia Grifols y diversos directivos vinculados a la compañía controlan en torno al 30% del capital, que está repartido en diversas sociedades y acudiría a la opa. Después de la saga catalana, el siguiente accionista es el fondo Capital, que tiene un 4,5%. BlackRock tiene otro 4,3% y están también presentes en el accionariado los fondos Europacific (3,2%) y Rokos Global (1,1%).

Nueva era en la gestión de Grifols

La compañía abrió en estos meses una nueva era en la gestión. La familia Grifols dio un paso al lado y sus consejeros, Raimon y Víctor Grifols, dejaron sus funciones ejecutivas para ser meramente dominicales. Y nombró a un nuevo consejero delegado, Nacho Abia, procedente de la multinacional japonesa Olympus, que asumió el cargo el 1 de abril. Thomas Glanzman se mantiene como presidente, cargo que asumió el año pasado, aunque cedió parte de sus poderes al CEO.

Al mismo tiempo, Grifols trabaja para refinanciar los 2.900 millones de euros en vencimientos, de los más de 10.000 millones de deuda total, que debe afrontar el próximo año. A finales de junio cerró finalmente la venta del 20% de la compañía china Shangai RAAS a Haier, por lo que ha percibido 1.600 millones de euros. También ha colocado en el mercado una emisión privada de 1.000 millones de euros que suscribió principalmente el fondo Apollo.

La idea de la compañía es, con estos 2.600 millones de euros procedentes de la colocación y de la venta, afrontar el pago de los dos bonos cotizados que expiran el año próximo y que suman 2.000 millones de euros. Cuenta a mayores con una línea de liquidez con los bancos de otros 900 millones de euros que deberá renegociar en los próximos meses. Para ello, la semana pasada nombró a un nuevo director financiero, Rahul Srinivasan, para relevar a Alfredo Arroyo, tras 17 años en el cargo.

Moodys añadió agua a este proceso hace escasas semanas, al rebajar la calificación de la compañía por las dudas sobre la generación de caja y su alto pasivo. Con la opa, la familia catalana busca contar con el músculo de un gran fondo como Brookfield para poder apuntalar esta nueva era en la gestión. Y también cerrar de una vez por todas las tensiones financieras, con otros más de 3.000 millones de euros de vencimientos en 2027.

No es la primera vez que los Grifols estudian aliarse con el capital riesgo. Ya en 2022, cuando la empresa estaba aún afectada por la Covid-19 y el cierre de los centros de recogida de plasma, sondearon a fondos como KKR o CVC para realizar una ampliación de capital con la que desendeudar la compañía y enderezar su rumbo, que al final terminaron desechando.