La desconexión laboral es un lujo del que muchos no pueden disfrutar
El ajetreo laboral y la incertidumbre vivida en los últimos años han impactado en la capacidad de los españoles para desconectar del trabajo durante las vacaciones. Según el último informe de desconexión digital de Infojobs, seis de cada 10 españoles son incapaces de desprenderse de sus obligaciones laborales durante los días de asueto.
Directivos, los más afectados
La dificultad para desconectar es aún mayor entre los directivos. Tan solo un 17% de ellos afirma poder desconectar cuando está de vacaciones, frente al 46% de los empleados especialistas o el 29% de los mandos intermedios. Este fenómeno se debe a dos motivos principales: un sentimiento de obligación hacia el trabajo y la creencia de que su puesto lo requiere.
Los directivos tienen una falsa sensación de imprescindibilidad, lo que les lleva a tener dificultades para delegar sus funciones y a estar permanentemente pendientes de las demandas laborales, explica Guido Stein, profesor de IESE Business School. Esta situación tiene consecuencias negativas en el cerebro, ya que mantiene el sistema de alerta permanentemente activo, generando cortisol y adrenalina, que provocan inflamación y malestar.
El teléfono móvil, la herramienta del mal
El teléfono móvil se ha convertido en la principal fuente de adicción al trabajo. El constante uso del dispositivo, tanto para trabajo como para ocio, ha generado una dependencia que dificulta la desconexión. Marta Romo, directora general de la consultora de talento BeUp, recomienda guardar el móvil en un cajón durante las vacaciones para evitar la tentación de consultarlo.
Apagar el móvil, dejarlo en casa y establecer horarios para consultarlo es fundamental para recuperar el control sobre el dispositivo. Jesús Ponce, presidente del Grupo Novartis en España, sigue esta estrategia durante sus vacaciones de verano: "Lo miro al desayunar y lo dejo en un cajón. Y lo vuelvo a mirar a la hora de la comida y en la cena también".
Consejos para desconectar
Los expertos coinciden en que la desconexión laboral es esencial para la salud física y mental. Para conseguirlo, se recomienda:
- Cerrar los temas importantes y empezar a delegar un mes antes de abandonar la oficina.
- Dar instrucciones y avisar de la ausencia una semana antes, comunicándolo al personal, clientes y proveedores.
- Enviar los correos electrónicos necesarios y redireccionarlos a otras personas el día antes de las vacaciones.
- No llenar las vacaciones de actividades. Hay que tomarse tiempo para vaguear, dormir y aburrirse, al menos los primeros días.
- Conectar con la naturaleza para exponerse a la luz natural y practicar deporte.
- Establecer conversaciones de calidad para activar la memoria y desconectar del modo multitarea y las distracciones continuas.
La desconexión laboral permite resolver problemas y volver al trabajo con energías renovadas. Es una inversión en salud y productividad que todos deberíamos hacer.