Cómo poner límites a la familia con delicadeza
Cada Navidad, Gabriel Ronquillo teme las inevitables preguntas de familiares bienintencionados sobre cuándo se casará o tendrá hijos.
Consejos de expertos
Los terapeutas dicen que en esta época del año suelen escuchar a sus clientes hablar de la ansiedad que les produce esa dinámica familiar. Pueden surgir temas incómodos como el matrimonio, los hijos, las opciones profesionales o la apariencia personal, dijo Aparna Sagaram, terapeuta matrimonial y familiar licenciada y fundadora de un consultorio en Filadelfia centrado en la terapia culturalmente sensible.
Ella y otros expertos ofrecieron estos consejos para navegar por la temporada de festividades:
Prepárate (y a tu familia)
Decide de antemano cuánto tiempo quieres pasar con tu familia, y elabora un plan para llegar y marcharte. Eso te dará una sensación de control sobre tus planes y minimizará tu estrés.
Haz pausas (sutiles)
Según Sagaram, hacer pausas con regularidad —ya sea salir a pasear con tu pareja o retirarte a un dormitorio a escuchar música— puede evitar la “sobrecarga de emociones” y ayudarte a reajustarte.
Responde indirectamente
En algunas culturas, poner límites puede considerarse una grosería o una falta de respeto a los mayores, dijo Wang.
En esos contextos, dijo, intenta formas de comunicación menos directas.
Encuentra formas de hablar
Sagaram dijo que a menudo trabaja con mujeres del sur de Asia que se sienten empoderadas en su vida cotidiana, pero que vuelven a adoptar papeles más pasivos durante las visitas familiares.
No obstante, animó a la gente a “encontrar su voz, aunque sea en pequeñas dosis”. Eso podría ser tan sencillo como decir “no, gracias” a un plato que no quieres comer, o decirle a alguien: “Sé que tenías buena intención, pero me gustaría que no hubieras dicho eso”.
“Podrías estallar o quizás explotar un poco, porque no has tenido la oportunidad de satisfacer tus propios deseos o necesidades”, dijo Wang.
Nina Agrawal, The New York Times