El regreso de 'El juego del calamar': "Nunca más haré esto. Perdí varios dientes en los rodajes"

La serie más vista de Netflix vuelve con una segunda temporada que promete ser aún más impactante que la primera. Pero su creador, Hwang Dong-hyuk, ya advierte que no habrá una tercera entrega. El director coreano explica que el estrés de escribir, dirigir y producir los nueve primeros episodios le pasó factura y que incluso perdió seis dientes en el proceso. "Pensé que esta vez estaría bien... pero ahora mismo tengo dolor y creo que me voy a tener que quitar otro par pronto. Me da miedo el dentista, así que lo estoy posponiendo todo lo que puedo", confiesa resignado Hwang, cuyo pulcro retrato del sufrimiento provoca escalofríos.

Un éxito de masas con un mensaje crítico

A pesar del desgaste personal, Hwang ha vuelto a por más. La segunda temporada de 'El juego del calamar' se estrena el próximo 26 de diciembre y, según el director, no decepcionará a los fans. "Es agotador, mental y también físicamente, pero intento no pensar en ello solo en términos negativos, y usarlo como catalizador de una energía con la que trato de sacar lo mejor de mí mismo", dice Hwang. quien, a pesar del desgaste personal ha declarado varias veces que no se hizo rico con el bombazo de la temporada uno.

Y ello a pesar de que costó 18 millones de euros (la cuarta parte por episodio que Stranger Things), pero generó unos 900 millones de "valor de impacto" para Netflix, según Bloomberg, despertando cierto debate sobre el funcionamiento de las plataformas en Corea, donde la ausencia de sindicatos permite que los creadores no cobren royalties ni participen del éxito de sus obras.

Netflix contestó a la polémica diciendo que paga sueldos competitivos y que se ajusta a la ley coreana. Cuando la corresponsal de la BBC en Seúl preguntó en el set por sus motivaciones para hacer las secuelas, Hwang, que rodó todos los días durante 11 meses seguidos, contestó sin remilgos: "El dinero". No fue el único motivo, claro. Lo explica el actor Lee Jung-jae, protagonista de la serie y también el primer asiático ganador de un Emmy en su categoría: "Al ver la recepción del público y los premios, solo parecía de justicia seguir con la historia. El problema era el tiempo, había que empezar de cero. No pensé que sería posible escribir otra temporada tan rápido. Pero entonces el director Hwang me mandó el guion, recuerdo que se me aceleró el corazón al abrir el documento y lo leí del tirón. Era maravilloso, pensé, ‘este tipo es un genio”.

Una segunda temporada con cambios

La segunda temporada de 'El juego del calamar' presenta varios cambios respecto a la primera. La mecánica de los juegos cambia: al final de cada uno, los concursantes pueden votar para detener la masacre. El giro sirve para reflexionar sobre la creciente polarización de un mundo dividido por clases, nacionalidades, géneros o religiones, según el director. Pero Hwang no quiere masticar la moraleja: "No soy muy fan de explicar el mensaje al público antes incluso de que vean la serie, es mejor que saquen sus propias conclusiones… Lo que sí puedo decir es que quería hacerme una pregunta: ¿Hay esperanza para la humanidad? ¿Tenemos la voluntad y la fuerza necesarias para cambiar el rumbo que está tomando el mundo? Y no, no tengo una respuesta".

El director también ha anunciado que su próxima película, K.O. Club (un juego de palabras entre noquear y killing old people, matar ancianos) está inspirada por el libro póstumo de Umberto Eco Pape Satán Aleppe: Crónicas de una sociedad líquida. Prometió que sería "controvertida y más violenta que El juego del calamar". Pero hoy Hwang no quiere hablar de futuro. "Estoy aún muy cansado. Quemadísimo, no tengo espacio mental para pensar en lo siguiente", dice con dulzura. "Primero quiero ver las reacciones del público a esta serie y luego me quiero ir a descansar un tiempo a una isla remota". Ante la cara de sorpresa añade: "Una en la que no haya juegos".