"Black Mirror" vuelve a la carga con una crítica mordaz al sistema

Después de una pausa que se sintió como una eternidad para sus seguidores, "Black Mirror" está regresando a Netflix con su séptima temporada, prometiendo sacudir las conciencias y provocar debates acalorados. El primer episodio, titulado "Common People" (o "Una pareja cualquiera" en español), ya está generando olas de discusión por su enfoque implacable en la intersección entre tecnología, ética y la desesperación humana.

Lizeth Renteria, escribiendo para El Imparcial, describe el episodio como una «bofetada directa al sistema», destacando cómo la serie continúa explorando los rincones más oscuros de nuestra relación con la tecnología (2025). Este primer vistazo parece confirmar que Charlie Brooker, el creador de la serie, no ha perdido su toque para incomodar y hacer reflexionar al público.

Una historia de amor, pérdida y la monetización del sufrimiento

"Common People" nos introduce a Amanda, una maestra interpretada por Rashida Jones, quien enfrenta un diagnóstico devastador: un tumor cerebral terminal. Su esposo, Mike (Chris O’Dowd), se aferra desesperadamente a cualquier esperanza, lo que lo lleva a aceptar una propuesta inquietante de una empresa tecnológica llamada Rivermind. La solución que ofrecen es mantener a Amanda con vida, integrando su cerebro en los servidores de la compañía.

Pero aquí es donde la historia toma un giro aún más sombrío. Para que Amanda continúe "existiendo" en este mundo digital, Mike debe pagar una suscripción mensual. Cuando los fondos se agotan, Amanda comienza a desvanecerse. Desesperado por mantenerla conectada, Mike recurre a medidas extremas: streams de autolesiones donde la audiencia paga por verlo sufrir, intercambiando su dolor por minutos adicionales de conciencia para Amanda. La ironía de monetizar el sufrimiento humano es un tema central, evocando preguntas inquietantes sobre los límites de la desesperación y la mercantilización de la intimidad.

El sacrificio final y las preguntas que permanecen

La historia alcanza un punto álgido cuando Mike, desesperado, vende incluso la cuna que había guardado con la ilusión de tener hijos. Todo esto, para poder hablar con Amanda una última vez. Sin embargo, durante esa conversación final, Amanda revela que ya no desea seguir conectada, pidiendo a Mike que la libere. En un acto de amor y desesperación, Mike toma la decisión de asfixiarla con una almohada, poniendo fin a su sufrimiento.

El final del episodio es ambiguo y perturbador. Una secuencia final sugiere que Mike también decide quitarse la vida, incapaz de vivir con las consecuencias de sus actos y el peso de la pérdida. Este desenlace, dirigido por Toby Haynes, refuerza la esencia oscura de "Black Mirror", explorando los límites de lo que estamos dispuestos a hacer por amor, necesidad y desesperación en un mundo donde las emociones humanas parecen tener un precio mensual.

Críticas divididas, impacto innegable

Según Renteria (2025), la crítica ha sido polarizada, pero muchos coinciden en que el inicio de temporada es «brutalmente eficaz». El episodio no solo conmueve profundamente, sino que también desafía nuestra relación con el sufrimiento ajeno convertido en espectáculo, así como con los sistemas que nos fuerzan a monetizar incluso los aspectos más íntimos de nuestras vidas.

"Common People" plantea preguntas difíciles sobre el futuro de la tecnología, la ética y la condición humana. ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar para mantener a nuestros seres queridos con nosotros? ¿Qué precio estamos dispuestos a pagar por la vida eterna, incluso si esta vida es una sombra de lo que alguna vez fue? Estas son las interrogantes que "Black Mirror" nos invita a considerar, dejándonos con una sensación de inquietud que persiste mucho después de que los créditos finales han rodado.

La relevancia en el contexto actual

En una era donde la tecnología se entrelaza cada vez más con nuestras vidas, "Black Mirror" se erige como un espejo distorsionado pero revelador de nuestra propia realidad. La serie nos obliga a confrontar las consecuencias imprevistas de la innovación y la necesidad de establecer límites éticos en un mundo en constante evolución. "Common People" es un recordatorio de que la tecnología, por sí sola, no es la solución a todos nuestros problemas, y que la búsqueda de la inmortalidad podría tener un costo mucho mayor de lo que estamos dispuestos a pagar. La monetización del sufrimiento, la privacidad comprometida y la dependencia tecnológica son temas centrales que resuenan con fuerza en el contexto actual, haciendo de este episodio un inicio de temporada particularmente relevante y perturbador.

Referencias: