Un documental sobre desahucios en Madrid, en el centro de la polémica

La controversia rodea a «La grieta», un documental que aborda la problemática de los desahucios en Madrid. Tras recibir una subvención durante la administración de Manuela Carmena, el equipo realizador ahora enfrenta la orden de devolver los fondos por parte del actual gobierno municipal liderado por José Luis Martínez-Almeida. La situación ha generado un intenso debate sobre la libertad creativa y el apoyo a proyectos culturales con contenido socialmente crítico.

El origen del documental

Según reporta Fernando Peinado (El País, 2025), «La grieta» surgió como una iniciativa de dos cineastas independientes, Irene Yagüe y Alberto García Ortiz, quienes documentaron los desahucios solicitados por el Ayuntamiento de Madrid. Durante más de 300 horas de rodaje, se sumergieron en la vida de familias afectadas, capturando la angustia de perder sus hogares y la solidaridad vecinal. Este proyecto, que buscaba visibilizar las consecuencias de la crisis de la vivienda, pronto atrajo la atención y el reconocimiento en diversos festivales.

El documental, que comenzó a gestarse en 2013, durante la crisis de los desahucios, fue financiado inicialmente con fondos propios. Yagüe y García, quienes trabajaban realizando vídeos para la Federación Internacional de Voleibol, vieron en esta problemática una necesidad de contar historias reales y generar conciencia. «Era gente de escasos recursos y los echaba el propio Ayuntamiento», señala Yagüe, resaltando la crudeza de la situación (Peinado, 2025).

La subvención y el reconocimiento

En 2017, el equipo de Manuela Carmena otorgó a los cineastas una ayuda de 10.522,42 euros, un monto que, si bien no cubría la totalidad de los gastos, representó un importante impulso para la finalización del documental. Este apoyo permitió que «La grieta» se presentara en diversos festivales, tanto a nivel nacional como internacional, donde cosechó premios y elogios. Entre ellos, destacan los premios del jurado y del público en DocumentaMadrid 2018, así como reconocimientos en el Festival Cine Político Dirigido por Mujeres de Madrid y en L’Alternativa de Barcelona (Peinado, 2025).

La película se exhibió en festivales de Perú, Argentina, Panamá, Guatemala, Francia y Rumania, además de ciclos de cine en España y otros países, incluyendo el Museo Reina Sofía y la New York University. Estos logros consolidaron la trayectoria de Yagüe y García, quienes vieron en «La grieta» un proyecto de gran impacto social y artístico.

La controversia: la devolución de la ayuda

En un giro inesperado, a finales de 2023, el equipo de José Luis Martínez-Almeida ordenó a los cineastas devolver la subvención recibida, junto con los intereses correspondientes, sumando un total de 13.500 euros. La justificación oficial se basa en una cuestión de forma: los cineastas no habrían cumplido con todos los requisitos administrativos al no comunicar una modificación en los objetivos del proyecto tras recibir una ayuda inferior a la solicitada (Peinado, 2025).

Según el Ayuntamiento, Yagüe y García presentaron un proyecto que incluía dos documentales, «La grieta I» y «La grieta II», pero solo recibieron fondos para cubrir una parte de los gastos. Al no haber notificado que, debido a la falta de recursos, no podrían finalizar la edición y distribución de «La grieta II» para cines, se considera que incumplieron lo prometido en el expediente.

La delegada de Cultura, Marta Rivera de la Cruz, argumentó que, a pesar de que la ayuda recibida fuera inferior a la solicitada, los cineastas debían haber mantenido el mismo contenido del proyecto y los mismos objetivos que figuraban en la solicitud inicial. El Ayuntamiento sostiene que les quedaba por ejecutar un 80,7% de la propuesta inicial (Peinado, 2025).

La respuesta de los cineastas y la batalla legal

Irene Yagüe y Alberto García Ortiz han manifestado su desacuerdo con la decisión del Ayuntamiento, calificándola de «mala fe». Reconocen no haber enviado la modificación en los objetivos del proyecto, pero argumentan que «La grieta II», si bien no se ha exhibido en cines, sí se terminó y está disponible de forma gratuita en Internet. Además, se quejan de que el Ayuntamiento no les ha facilitado el expediente completo del caso (Peinado, 2025).

Ante esta situación, los cineastas han decidido recurrir a la vía judicial. En enero de este año, interpusieron una demanda, alegando que la retirada de la ayuda se realizó sin seguir el procedimiento adecuado y sin darles la oportunidad de presentar sus argumentos. Para evitar embargos en sus cuentas, han tenido que pagar los 13.500 euros exigidos, lo que ha generado un desequilibrio en su situación económica y profesional.

«Ni Alberto ni yo hemos vuelto a presentar una película», lamenta Yagüe. «De repente te hunden» (Peinado, 2025).

Implicaciones y debate

Este caso ha generado un amplio debate sobre el papel de las instituciones públicas en el apoyo a la cultura y la libertad creativa. Diversos sectores han criticado la decisión del Ayuntamiento de Madrid, argumentando que se trata de una medida política que busca censurar un documental crítico con la gestión municipal en materia de vivienda.

Otros, en cambio, defienden la postura del Ayuntamiento, señalando que las subvenciones públicas deben gestionarse con rigor y transparencia, y que los beneficiarios deben cumplir con los requisitos establecidos en las convocatorias. La controversia continúa abierta, mientras la justicia decide sobre el futuro de «La grieta» y el destino de la ayuda económica.