Nosferatu vs Crepúsculo: El choque entre Edward Cullen y el Conde Orlok analizado por Robert Eggers
Robert Eggers, el aclamado director conocido por su particular estilo en el cine de terror, presenta una nueva adaptación de Nosferatu, una de las películas de terror más influyentes de la historia. Esta nueva versión, sin embargo, no pretende seguir la tendencia de los vampiros "simpáticos" popularizada por películas como Crepúsculo. En su lugar, Eggers busca recuperar la oscuridad y el terror gótico que definieron a este monstruo en sus primeras representaciones.
La respuesta a los vampiros "simpáticos"
Eggers ha declarado en varias entrevistas que su versión de Nosferatu es una respuesta directa a la evolución de los vampiros en el cine, especialmente aquellos como Edward Cullen de Crepúsculo, que han sido retratados de forma más amable y comprensiva.
Para Eggers, los vampiros de Crepúsculo representan una versión diluida de lo que alguna vez fueron los vampiros en las historias tradicionales. En lugar de ser criaturas aterradoras, los vampiros modernos se han transformado en figuras más comprensivas, casi deseables.
"Primero como triste y aislado, luego como un antihéroe, y finalmente culminando con cosas como Edward Cullen, donde ya no es amenazante. Entonces, ¿cómo vuelves a hacer que un vampiro dé miedo? Y dije, bueno, supongo que tendré que descubrir cómo eran los vampiros cuando la gente realmente creía que eran reales" - Robert Eggers
El cineasta, que también ha dirigido películas como The Witch y The Lighthouse, se propuso hacer exactamente lo contrario en Nosferatu, buscando que los vampiros vuelvan a ser lo que realmente representaban en el folclore: seres malignos y temibles.
El Conde Orlok: Un vampiro aterrador
El Conde Orlok, interpretado por Bill Skarsgård, es uno de los elementos más importantes de la película. Skarsgård, conocido por su papel en IT, se sintió liberado al interpretar a este personaje sin la necesidad de seguir las interpretaciones previas del mismo.
"Nunca querría estudiar las interpretaciones anteriores de un personaje, porque el propósito de crear un nuevo personaje es que sea tuyo, y no quieres ni siquiera subconscientemente tomar prestado de otras versiones" - Bill Skarsgård
Además, Skarsgård mencionó que se basó en una versión más profunda y aterradora del mito vampírico, inspirada en el folclore transilvano. Para prepararse para este papel, Skarsgård trabajó con un profesor de ópera para modificar su voz y, además, perdió una considerable cantidad de peso.
"Creo que nos merecemos un cadáver espeluznante y maloliente otra vez" - Bill Skarsgård
La influencia de Crepúsculo
Aunque Nosferatu se basa principalmente en el clásico de 1922, Eggers también se inspiró en la película Crepúsculo, pero no en el sentido que muchos podrían pensar.
Mientras que la saga protagonizada por Kristen Stewart y Robert Pattinson se centraba en una historia romántica entre un vampiro y una humana, Eggers busca devolver el terror y el horror gótico al mito del vampiro.
Eggers expresó que, en contraste con los vampiros simpáticos de Crepúsculo, él quería mostrar cómo el miedo hacia los vampiros solía ser tan intenso que las personas llegaban a desenterrar cadáveres, cortarlos en pedazos y prenderles fuego. Con Nosferatu, el cineasta busca restablecer esa sensación de horror primitivo, utilizando al Conde Orlok como el emblema de ese terror olvidado.
Una obra de terror clásico
Con Nosferatu, Eggers se ha comprometido a crear una obra completamente de terror. En entrevistas, ha sido claro:
"Sí, es una película de miedo. Es una película de terror. Es una película de terror gótico" - Robert Eggers
De acuerdo con el cineasta, la película busca recuperar el estilo clásico del horror gótico, algo que ha estado ausente en el cine moderno.
La historia sigue a Thomas Hutter (Nicholas Hoult) y su esposa Ellen (Lily-Rose Depp), quienes enfrentan al aterrador Conde Orlok, una figura que, a diferencia de los vampiros modernos, busca infundir miedo. Eggers ha destacado que Nosferatu es tan centrada en el terror como lo fue la original, pero con una mirada más fresca y oscura, manteniendo la esencia gótica mientras la lleva a nuevas alturas.