En la era del streaming, ¿por qué seguimos volviendo a las mismas series?
En un mundo inundado de contenido bajo demanda, resulta paradójico que muchos de nosotros encontremos consuelo y placer en revisitar las mismas series de televisión una y otra vez. Lejos de ser una simple cuestión de pereza o falta de curiosidad, este fenómeno está profundamente arraigado en nuestra psicología y en la forma en que buscamos el bienestar emocional.
Enya M. Contreras, periodista de El Imparcial, explora las razones detrás de este comportamiento común, desvelando cómo la ciencia y la psicología pueden explicar por qué este hábito aparentemente repetitivo puede, de hecho, ser beneficioso para nuestra salud mental.

La zona de confort: Un refugio mental
Una de las principales razones por las que gravitamos hacia el contenido familiar es la búsqueda de la «zona de confort». Según la Clínica Mayo, los seres humanos anhelamos rutinas y patrones predecibles para mantener un equilibrio emocional. Ver una serie que ya conocemos nos proporciona una sensación de seguridad y control en un mundo a menudo caótico e impredecible.

Nostalgia: Un viaje en el tiempo a través de la pantalla
Otra poderosa fuerza que nos impulsa a repetir series es la nostalgia. Ciertas series nos transportan a momentos específicos de nuestras vidas, evocando recuerdos y emociones positivas. Un estudio de la Universidad de Southampton encontró que la nostalgia puede mejorar significativamente nuestro estado de ánimo y fortalecer nuestra resiliencia emocional. Al sumergirnos en estas series, estamos, en esencia, reviviendo momentos felices y reconectando con versiones más jóvenes y despreocupadas de nosotros mismos.
Dopamina: El neurotransmisor del placer en acción
Además de la seguridad y la nostalgia, ver nuestras series favoritas también desencadena la liberación de dopamina, un neurotransmisor asociado con el placer y la recompensa. Cada vez que vemos un episodio de una serie que amamos, nuestro cerebro recibe una pequeña dosis de dopamina, lo que refuerza el comportamiento y nos anima a seguir repitiéndolo. Este ciclo de placer y recompensa puede ser particularmente atractivo en momentos de estrés o ansiedad, ofreciendo una forma fácil y accesible de mejorar nuestro estado de ánimo.
Más allá del entretenimiento: Autocuidado y regulación emocional
En última instancia, volver a ver las mismas series no es simplemente una forma de entretenimiento pasivo, sino una estrategia de autocuidado activa. Elegir conscientemente volver a un mundo conocido nos permite regular nuestras emociones, encontrar estabilidad y reconfortarnos. Como señala Contreras, «Elegir volver a ver series conocidas no es pereza ni falta de curiosidad. Es una forma sencilla de regular emociones, encontrar estabilidad y reconfortarse».»
¿Cómo aprovechar al máximo este hábito?
Si te encuentras repitiendo tus series favoritas con frecuencia, considera estas estrategias para maximizar los beneficios y evitar caer en la complacencia:
- Sé consciente de tus motivaciones: Pregúntate por qué estás eligiendo ver esa serie en particular. ¿Buscas consuelo, nostalgia o simplemente un escape?
- Combina lo familiar con lo nuevo: No te limites a repetir siempre las mismas series. Explora nuevos contenidos y desafía tus gustos.
- Presta atención a tus emociones: Observa cómo te sientes antes, durante y después de ver tu serie favorita. ¿Te ayuda a relajarte, a sentirte más conectado o a evadirte de tus problemas?
- Establece límites: Evita pasar demasiado tiempo frente a la pantalla. Encuentra un equilibrio entre el disfrute del contenido familiar y otras actividades que promuevan tu bienestar.
Conclusión: Un ritual de bienestar moderno
En resumen, la práctica de repetir nuestras series favoritas es mucho más que un simple hábito. Es un ritual de bienestar moderno que nos permite encontrar consuelo, seguridad y placer en un mundo cada vez más complejo. La próxima vez que te sientes a ver ese episodio que ya conoces de memoria, recuerda que estás cuidando de tu mente y de tus emociones.
Según El Imparcial, este acto de revisitar series conocidas es una búsqueda de equilibrio y bienestar mental. Así que, adelante, disfruta de tu serie favorita sin culpa. Tu cerebro te lo agradecerá.