La Procesión Magna de Sevilla enfrenta polémica por restricciones y críticas de los hosteleros

La procesión magna de Sevilla, que reunirá ocho pasos de la ciudad y tres pueblos de su provincia, está envuelta en polémica por las restricciones impuestas por el Ayuntamiento para garantizar la seguridad durante la masiva afluencia de fieles. La conocida como "ley seca", que prohíbe los veladores en el centro histórico, ha generado críticas entre los hosteleros, que denuncian pérdidas económicas y dificultades para atender a los visitantes.

Hostilería afectada por las medidas

La patronal hostelera ha alertado de que decenas de bares y restaurantes "no podrán abrir al público" ante las "desmedidas" regulaciones impuestas. Además, critican que la medida solo afecte a la hostelería, con obligaciones como la presencia de una persona en la puerta para controlar la salida de comida y bebida.

Petición de "generosidad"

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha pedido "perdón por las molestias" a los hosteleros y ha apelado a su "generosidad" para que abran sus establecimientos. Sin embargo, los empresarios han recordado que el propio Sanz, cuando estaba en la oposición, defendía el uso de las aceras para instalar veladores.

Multitudinaria afluencia

La procesión magna, que se celebrará el fin de semana del 7 al 9 de diciembre, espera atraer a un millón de visitantes. El plan especial de seguridad contará con 2.000 agentes de la Policía Local, Nacional y Guardia Civil para garantizar el orden y evitar incidentes. También se reforzarán los servicios de transporte público y limpieza.

Restricciones de movilidad

Para facilitar el tránsito de los fieles, estará prohibido el uso de sillas portátiles y otros elementos que puedan dificultar el paso en las calles de la "carrera oficial". Además, los vecinos del centro y Triana no podrán acceder ni salir con sus coches a garajes privados o públicos durante la procesión.

Impacto económico

A pesar de las restricciones, la celebración de la magna tendrá un importante impacto económico en la ciudad. Se prevén unas 20.000 plazas de aparcamiento en el perímetro de Sevilla, con líneas lanzaderas hacia el centro. También se ha previsto un "hospital municipal" en las instalaciones de Turismo para atender posibles incidencias.

"La previsión de casi un millón de personas en la zona de influencia de la procesión Magna se puede desbordar, por lo que las medidas tomadas no hay más remedio que adoptarlas".

La procesión magna divide opiniones entre los vecinos del centro histórico. Algunos celebrarán las calles engalanadas y la presencia de ocho pasos, mientras que otros optarán por evitar las multitudes y permanecer en casa o fuera de la ciudad.