Telecinco se debate entre el pasado y el presente: ¿Hacia dónde se dirige la cadena?
Telecinco, una de las cadenas de televisión más influyentes de España, se encuentra actualmente navegando en un mar de incertidumbre. Tras la finalización de su programa insignia, Sálvame, en junio de 2023, la cadena está experimentando una transformación compleja, intentando reinventarse sin perder su esencia. La pregunta que resuena en los pasillos de Mediaset es: ¿está Telecinco encontrando su nuevo camino, o está simplemente dando vueltas en círculos, aferrándose a fórmulas que ya no son sostenibles a largo plazo?
Un cambio de rumbo fallido
El intento de Telecinco de adoptar un tono más «blanco y familiar» tras la salida de Sálvame no ha logrado los resultados esperados. Según un artículo de Natalia Marcos (2025) en El País, la cadena no ha superado el 11% de cuota media mensual desde entonces. Este dato refleja la dificultad de Telecinco para atraer a una nueva audiencia sin alienar a su público tradicional.
La estrategia inicial incluyó el regreso de figuras polémicas como Sofía Suescun, Amador Mohedano, Olga Moreno y Makoke, personajes que habían sido apartados del canal en un intento de limpiar su imagen. Sin embargo, estas medidas no parecen haber sido suficientes para revitalizar la cadena.
Los realities al rescate
Paradójicamente, son los realities y los programas del corazón, elementos característicos de la «antigua Telecinco», los que siguen proporcionando los mejores resultados. La isla de las tentaciones, por ejemplo, ha alcanzado un impresionante 16,8% de cuota media en su octava temporada, según informa El País (Marcos, 2025). Este éxito subraya la dependencia de Telecinco de este tipo de formatos, un arma de doble filo que puede garantizar audiencias a corto plazo, pero que dificulta la consolidación de una identidad más sólida y diversificada.
En marzo de 2025, con la transición de La isla de las tentaciones a Supervivientes, Telecinco ha alcanzado una cuota media del 10,6%, su mejor dato desde abril de 2024. Este repunte demuestra el poderío de los realities, pero también evidencia la fragilidad de la cadena cuando estos programas no están en emisión.
El desafío de la información
Consciente de la necesidad de diversificar su oferta, Telecinco ha apostado por el flanco informativo, incorporando a Carlos Franganillo para conducir el noticiero nocturno. Sin embargo, esta estrategia se enfrenta a un obstáculo importante: la falta de un respaldo sólido en la programación. A diferencia de Antena 3, cuyos informativos están arropados por programas de gran éxito como La ruleta de la suerte, Pasapalabra y El hormiguero, los noticieros de Telecinco siguen ocupando la tercera posición.
En enero de 2025, los informativos de Telecinco promediaron un 8,6% de cuota y 933.000 espectadores, mientras que en febrero alcanzaron un 9,5% de cuota y 1.021.000 espectadores. Estas cifras, aunque muestran una ligera mejoría, siguen estando lejos del liderazgo.
La opinión de los expertos
Sonia Blanco, profesora de programación audiovisual en la Universidad de Málaga, señala la falta de estabilidad en la parrilla como uno de los mayores problemas de Telecinco. «Se han realizado cambios constantes en los horarios y contenidos, probando nuevas apuestas sin darles tiempo a asentarse. Esto ha generado confusión en los espectadores y ha debilitado la fidelización del público», explica Blanco (como se cita en Marcos, 2025).
Blanco también destaca que, en su intento por cambiar de imagen, Telecinco abandonó su identidad tradicional, basada en un contenido más directo, polémico y emocional. «Con el paso de los meses, han ido recuperando parte de esa esencia, acercándose de nuevo a su antiguo modelo, lo que deja claro que la estrategia inicial no funcionó como esperaban» (Marcos, 2025).
Fernando de Córdoba, estratega de marca, contenidos y narrativa, coincide en que Telecinco atraviesa una profunda crisis de identidad. Según De Córdoba, la cadena ha tenido tres grandes etapas: la televisión espectáculo de los años noventa, la televisión transgresora de finales de los noventa y principios de los 2000, y la televisión reality a partir de 2004-2005. Ahora, Telecinco se encuentra inmersa en una cuarta etapa, pero sin un concepto claro detrás.
«La gente que quería ver la Telecinco de siempre no lo encuentra y la que quiere ver otras cosas no pasa por Telecinco», reflexiona De Córdoba (como se cita en Marcos, 2025). «Tienen un problema porque quieren ser una televisión blanca y familiar, pero lo que les funciona sigue siendo Supervivientes, La isla de las tentaciones y la carnaza».
¿Un futuro incierto?
A pesar de los desafíos en términos de audiencia, el grupo Mediaset sigue obteniendo grandes beneficios económicos. En los nueve primeros meses de 2024, Media For Europe, antigua Mediaset, logró unos ingresos netos consolidados de 2.004 millones de euros, un 7,7% más que en el mismo periodo del año anterior, y sus ingresos brutos por publicidad crecieron un 6,5%. Además, Telecinco lideró el target comercial en 2024, es decir, el público más valorado por los anunciantes.
Sin embargo, Sonia Blanco advierte que cambiar la identidad de una cadena es un proceso complejo y que no siempre es posible sin perder audiencia. «En televisión, la fidelidad del espectador es clave, y cuando un canal cambia su oferta demasiado rápido, puede perder su base de seguidores sin asegurarse de ganar un nuevo público», explica.
En conclusión, Telecinco se encuentra en un punto de inflexión. La cadena está debatiéndose entre su pasado y su futuro, intentando encontrar un equilibrio entre la innovación y la tradición. El camino que elija Telecinco en los próximos meses será crucial para determinar su futuro en el competitivo panorama televisivo español.
Referencias
- Marcos, N. (2025, 23 de marzo). Cómo Telecinco intentó reinventarse para terminar volviendo a lo de siempre. El País. Recuperado de https://elpais.com/television/2025-03-23/como-telecinco-intento-reinventarse-para-terminar-volviendo-a-lo-de-siempre.html