Bajo el cielo iluminado renace la vida en sus tripas, Las heridas cicatrizan a ráfagas de viento helado. Va con garabato en mano y su machete brillante. a enfrentar a los ocupantes, derrotando ese miedo arcano.

Ya no hay mejillas que poner ante tantas bofetadas la compasión yace humillada en un rincón de su ser. Boca rígida y apretada. En su cara se pueden ver, los horrores del ayer. Venganza resucitada.

Sin piedad mil vidas reclama, de quienes lo habían desplazado. Doctoras y licenciados, y algunos con mucha lana. Gente rica y gente armada. “Gente de bien”, “gente cool” sus gargantas cercenadas a manos de aquel Saúl.

La justicia, fiel farsante alardeando su ceguera elimina en vil hoguera, las causas de la masacre. la prensa organiza campante, homenajes y medallas, mientras tras las murallas torturan al reclamante.

Los azotes no los siente, ya la hemorragia ha parado. envidia a los fusilados que pueden morir de Frente. y aunque ya no tiene dientes una sonrisa le brota. recordando gota a gota la sangre del dirigente.