El metaverso y su futuro en el comercio y la fiscalidad
¿Qué está pasando con el metaverso y su impacto en nuestro mundo digital y su fiscalización? Desde que Meta, anteriormente conocido como Facebook, anunció su incursión en el metaverso, este concepto ha dominado el discurso tecnológico y empresarial. Sin embargo, recientes reportes indican una reducción sustancial en la adopción e interés por parte de las empresas de moda en España, donde solo el 2% lo considera una opción a futuro, provocando cuestionamientos sobre su viabilidad a largo plazo.
El metaverso, entendido como la evolución de Internet 2D a 3D, prometía ser una revolución en la forma en que interactuamos con el mundo digital. Se espera que el metaverso transforme sectores como la educación, la manufactura, la salud y los servicios públicos, pero su impacto en la moda aún no ha sido el esperado.
A pesar de la incursión de marcas de lujo en el metaverso y eventos como la semana de la moda virtual en Decentraland, donde firmas como Dolce & Gabbana y Puma presentaron sus colecciones, la respuesta del público ha sido tibia. Incluso Meta ha enfrentado bajos niveles de asistencia en eventos virtuales sobre el propio metaverso, lo que pone en duda la implementación de estas tecnologías.
En contraste, la Inteligencia Artificial (IA) ha ganado terreno debido a su implementación sencilla y resultados inmediatos en eficiencia y automatización, relegando al metaverso a un segundo plano. Sin embargo, empresas tecnológicas como Apple, Microsoft y Telefónica aun apuestan por sus posibilidades, invirtiendo en dispositivos como las gafas de realidad aumentada Vision Pro y en infraestructura virtual.
Paralelamente, el metaverso también presenta oportunidades únicas para emprendedores, startups y PYMES que desarrollan tecnologías disruptivas, lo cual puede ser crucial para su futuro uso en el metaverso. Ejemplos como el éxito de Dolce & Gabbana en la venta de su colección de NFT y la colaboración de Louis Vuitton con League of Legends, demuestran que con una estrategia adecuada, el metaverso puede ser un espacio innovador para el comercio de lujo y el marketing dirigido a un público más joven.
Por otro lado, en términos fiscales, es importante abordar la necesidad de crear un marco legislativo y tributario para el metaverso. Aunque en la actualidad existe poca regulación, es evidente que las transacciones en este espacio virtual generan ingresos y, por tanto, deben ser objeto de fiscalización. Con un valor estimado de 500 billones de dólares y la expectativa de crecimiento hacia los 2.5 billones para finales de la década, las transacciones en el metaverso no escaparán a los impuestos y requerirán la atención de las autoridades para su debido proceso.
El metaverso aún tiene mucho que evolucionar y ofrecer. Aunque su consolidación podría estar a años de distancia y su recepción haya sido mixta en diversos sectores, su promesa de innovación y crecimiento continúa siendo un tema de relevancia en la economía digital.