Metro de Madrid en el Siglo XXI: Equipos de Mantenimiento con 50 Años de Antigüedad

A pesar de ser un transporte puntero y referencia mundial, el Metro de Madrid se enfrenta a una preocupante realidad: el mantenimiento de sus trenes se realiza con equipos que, en algunos casos, superan el medio siglo de vida.

Esta situación ha salido a la luz tras un accidente ocurrido el pasado 21 de marzo en el depósito de mantenimiento de Laguna. Una pieza de un tren que pesaba casi dos toneladas se desprendió y cayó sobre una mesa de trabajo que había sido modificada para añadirle ruedas.

Como consecuencia del incidente, un trabajador sufrió un ataque de ansiedad y se paralizaron los trabajos de mantenimiento similares. La Inspección de Trabajo ha propuesto dos sanciones que suman 274.000 euros por incumplimiento de la normativa.

Ante esta situación, la compañía pública ha reconocido la antigüedad media de las instalaciones de los talleres de material móvil, que es de 35 o 40 años. Además, el 40% de los equipos actuales del taller central proceden del antiguo taller de Cuatro Caminos, y datan de 1971.

Inversión de 168 Millones de Euros

Ante la gravedad de la situación, el gobierno regional ha decidido invertir 168 millones de euros en la renovación de talleres y herramientas de mantenimiento. El proyecto, dividido en dos fases (2024-2030 y 2030-2034), se centrará en la adquisición de puentes grúa, elevadoras y máquinas de control de última tecnología.

El objetivo es garantizar la máxima seguridad y eficiencia en las operaciones de mantenimiento, en línea con el uso de trenes sin conductor que se prevé incorporar en el futuro.

Polémicas Recientes

Esta inversión se produce en un contexto de crisis reputacional para el Metro de Madrid. En los últimos meses, la compañía ha enfrentado diversas polémicas, como las muertes causadas por el amianto en la red y la venta de vagones con este material cancerígeno al suburbano de Buenos Aires.

Además, se han registrado estrecheces económicas que han obligado al gobierno regional a rescatar a la compañía con más de 100 millones de euros. A esto se suma la polémica por el cierre de tres paradas de la línea 7B durante más de dos años, cuya recuperación aún no está garantizada.

A pesar de estas dificultades, el Metro de Madrid sigue siendo un servicio muy valorado por los ciudadanos. Las encuestas oficiales reflejan un alto nivel de satisfacción con el funcionamiento del suburbano.