**Rafiqui: la vanguardia en el reciclaje de paneles solares en México para una economía circular**
México, a la vanguardia en el reciclaje de paneles solares
El vertiginoso crecimiento de la energía solar en México trae consigo un reto: ¿qué hacer con los paneles solares que llegan al final de su vida útil o que deben retirarse prematuramente? Para abordar este problema, un consorcio de empresas del sector ha creado Rafiqui, la primera recicladora en el país especializada en el procesamiento de estos paneles, minimizando su impacto ambiental mediante la recuperación de materiales.
Rafiqui es un proyecto sin fines de lucro de economía circular y reciclaje que, en su fase inicial, proyecta procesar hasta 1.000 toneladas anuales de paneles solares obsoletos. Ximena Cantú, Directora de ESG de Energía Real y Directora de Rafiqui, explica: «La misión de Rafiqui es atender un problema derivado principalmente de la primera generación de paneles que ya no cuentan con reemplazo o que provienen de instalaciones informales sin garantías adecuadas, lo que hace que el sistema entero se vuelva inservible y deba ser actualizado».
La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) estima que la pérdida temprana de paneles (antes de los 25 años) representa el 7% de los reemplazos o retiros a nivel mundial.
Un problema creciente en México
En México, se prevé que para 2030 habrá 30.000 toneladas de paneles retirados prematuramente y 6.500 toneladas adicionales que completan su ciclo de vida. Estos paneles contienen materiales valiosos cuya recuperación podría alcanzar un valor de 450 millones de dólares para 2030, suficientes para producir 60 millones de nuevos paneles solares.
Santiago Villagómez, CEO de Energía Real y miembro del Consejo de Rafiqui, señala: «Rafiqui es solo el comienzo de un cambio necesario en la industria energética mexicana. Esta iniciativa demuestra lo que es posible cuando las empresas se unen por un propósito común».
Más allá del reciclaje: una misión social
Además de su compromiso ambiental, Rafiqui también tiene una misión social. La asociación civil planea donar paneles solares que aún mantienen un nivel de eficiencia a comunidades vulnerables, ampliando así el acceso a la energía limpia y apoyando los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en el Pacto de Naciones Unidas.
Colaboración para un impacto mayor
Isabel Studer, Presidenta de Sostenibilidad Global y miembro independiente del Consejo de Rafiqui, subraya la importancia de la colaboración: «Para generar un impacto aún mayor, necesitamos que más empresas se sumen a este esfuerzo y que se difunda el mensaje sobre la responsabilidad del reciclaje correcto de los paneles solares en México. Juntos podemos acelerar la transición hacia una economía circular, reducir nuestra huella ambiental y llevar energía limpia a quienes más lo necesitan».
Rafiqui ya cuenta con el respaldo de varias empresas del sector como Beetmann, Bright, Energía Real, Engie, ForeFront Power, Longi, entre otras. Además, la Agencia de Energías Renovables de Nuevo León, la Embajada Británica y la empresa de reciclaje Greenback se han sumado como aliados estratégicos.
Hacia una economía circular
Rafiqui planea expandir sus actividades al reciclaje de litio, un componente clave en las baterías utilizadas para el almacenamiento de energía. Esta segunda fase del proyecto busca recuperar materiales valiosos, reducir residuos y conservar recursos naturales, impulsando así una economía circular y promoviendo un futuro más limpio y eficiente en el uso de la energía.
Ximena Cantú concluye: «Con Rafiqui, estamos dando un paso clave hacia una economía circular en el sector solar. Tenemos que empezar hoy, antes de que el problema crezca. El reciclaje de paneles solares es esencial para lograr que el sector solar sea todavía más sostenible. La colaboración es necesaria para avanzar. El momento de actuar es hoy, y cada esfuerzo cuenta».
Un modelo de sostenibilidad
Rafiqui se posiciona como un pionero en la industria de la energía solar en México, no solo en términos de reciclaje, sino también como un modelo de sostenibilidad y responsabilidad social que otras empresas del sector podrían seguir.