El 'rey de los venenos' acecha en México: millones están expuestos al arsénico
El arsénico, un veneno notorio conocido como el 'rey de los venenos', se está convirtiendo en una amenaza silenciosa para la salud de millones de mexicanos debido a su presencia en el agua potable.
Investigaciones recientes estiman que aproximadamente 8,81 millones de personas en México enfrentan un riesgo inminente debido a los altos niveles de arsénico en el agua, superando con creces el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
¿Cuáles son los estados más afectados?
Las concentraciones más altas de arsénico se encuentran en regiones específicas del norte del país, principalmente en estados como Chihuahua, Coahuila, Durango y Sonora. La Comarca Lagunera, que abarca municipios de Coahuila y Durango, alberga a 1,75 millones de personas expuestas a niveles preocupantes de este metaloide.
Otros estados con puntos críticos incluyen Aguascalientes, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Hidalgo y Zacatecas. La escasez de agua y la búsqueda de fuentes alternativas en pozos más profundos podrían exacerbar este problema en el futuro.
¿Cómo se exponen las personas al arsénico?
El arsénico puede ingresar al agua a través de procesos naturales, como el movimiento de las placas tectónicas y la erosión de las rocas. Sin embargo, las actividades humanas, como la minería, el uso de pesticidas y los procesos industriales, agravan la contaminación.
¿Cuáles son los peligros para la salud?
La exposición prolongada al arsénico puede provocar graves problemas de salud. Los síntomas iniciales incluyen vómitos, dolor abdominal y diarrea. La exposición crónica puede causar lesiones cutáneas, mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad y trastornos en varios sistemas corporales.
Además, el arsénico se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer, particularmente de mama, vejiga, pulmón, piel, riñón, hígado y próstata.
Una esperanza contra el veneno: electrodesionización
La Dra. Francisca Alicia Rodríguez Pérez, investigadora de la FES Cuautitlán, ha desarrollado un método prometedor llamado electrodesionización para eliminar el arsénico del agua subterránea.
Este proceso combina electrodiálisis, que utiliza una membrana selectiva para filtrar los iones de arsénico, y resinas de intercambio iónico para capturar el arsénico aislado.
La electrodesionización reduce el consumo de energía, elimina los residuos y evita el uso de sustancias químicas adicionales, haciéndola respetuosa con el medio ambiente.
El camino hacia la implementación
Si bien los ensayos de laboratorio han demostrado resultados exitosos, escalar la electrodesionización para su uso generalizado es el próximo desafío. Las celdas compactas y eficientes son necesarias para tratar grandes volúmenes de agua.
El proceso también tiene el potencial de eliminar otros contaminantes, como metales pesados, sales y contaminantes orgánicos. Las pruebas en la presa Zimapán, un área con altos niveles de arsénico, han demostrado la eficacia del método.
El éxito de la electrodesionización podría brindar una solución muy necesaria para las comunidades afectadas por la contaminación por arsénico en México y allanar el camino para un acceso más amplio a agua potable segura.