Aviso rojo por lluvias torrenciales en Valencia por segunda vez en dos semanas
La Generalitat lanza una alerta a los móviles. El nivel decretado por Aemet significa peligro extremo y la recomendación de evitar desplazamientos. La preocupación es especialmente elevada en los pueblos devastados por la dana anterior.
La provincia de Valencia se encuentra en alerta roja por fuertes lluvias desde las 21:00 horas de este jueves hasta las 11:00 horas de mañana viernes, según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). La alerta roja, que implica peligro extremo, se ha activado para la zona litoral, donde se esperan lluvias torrenciales.
La Generalitat Valenciana ha emitido una alerta masiva a los móviles de los ciudadanos informando del aviso de Aemet. El mensaje señala que se producirán fuertes lluvias desde la tarde-noche del jueves y durante todo el día del viernes, y que se suspenderán las actividades educativas, deportivas y los centros de día. También se restringirá el tráfico de vehículos privados.
La ciudad de Valencia y decenas de otros municipios ya habían decretado la suspensión de las clases, que ha estado vigente hoy en medio centenar de poblaciones. La capital valenciana ha cerrado también los pasos inferiores, las instalaciones deportivas, bibliotecas, museos y centros de juventud. La movilidad se ha restringido en los municipios afectados por los desbordamientos de hace dos semanas (rambla del Poyo, río Magro y pedanías del sur de Valencia) desde las 18:00 horas de este jueves hasta la misma hora del viernes.
Renfe ha reducido sus servicios de cercanías en las líneas C1, C2 y C6, estableciendo un servicio cada hora en cada sentido. También se ha interrumpido la circulación de trenes entre Barcelona y Valencia, así como los de media distancia de las líneas Xàtiva-Alcoi, Valencia-Vinaròs y Valencia-Tortosa. El restablecimiento de la conexión por AVE entre Valencia y Madrid ha quedado pospuesto, así como la apertura del desvío provisional del bypass de la A-7.
La nueva alerta roja ha obligado a suspender parte de los trabajos de limpieza y reconstrucción de las zonas afectadas por la dana anterior, que se han centrado en actuaciones sobre la red de saneamiento y en la retirada de lodo. El despliegue de voluntarios desde la Ciudad de las Artes y las Ciencias también ha quedado suspendido.
El Ayuntamiento de Aldaia ha colocado 90 toneladas de sacos de arena a lo largo del barranco de la Saleta, pero aún necesita 300 toneladas más para compensar la destrucción de las compuertas metálicas que protegen las calles del municipio. La planta de Ford en Almussafes ha paralizado la producción hasta el viernes, y las Cortes Valencianas han retrasado al viernes la comparecencia del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, prevista inicialmente para el jueves.
Los bomberos y soldados trabajan sin descanso en los pueblos más afectados por el anterior temporal para mantener en funcionamiento el sistema de alcantarillado, saturado de lodo, y evitar que las lluvias lo colapsen y las casas vuelvan a inundarse. La alcaldesa de Catarroja, Lorena Silvent, ha explicado que se ha intentado tirar mucha agua al alcantarillado para que el lodo no se solidifique, pero que la cantidad es tanta que la red está colapsada.
"El problema es que como al principio pareció una buena idea tirar todo a las alcantarillas, aquí abajo han acabado restos de casas, hierros, cristales y, con tanto fango, se ha hecho duro", afirmaba este miércoles José Antonio Luelmo, bombero de Zamora.
Los vecinos observan con preocupación los trabajos, conscientes del peligro que corren. José Puertes, de 47 años, espera que esta segunda dana no vuelva a golpear su municipio, donde en la anterior murieron al menos 70 personas. Él y su mujer perdieron tres coches, una moto y todas las herramientas de su pequeño taller.
Los técnicos de limpieza trabajan a destajo para disolver el lodo acumulado en las alcantarillas con agua a presión, pero reconocen que la tarea es ardua y que si llueve mucho, habrá problemas. "Ya está todo desbordado, y si llueve mucho, habrá un problema, pero no se puede hacer más", afirma un técnico de la empresa Tubos Costablanca.
La nueva dana preocupa especialmente en los municipios que ya resultaron devastados por la anterior, donde los sistemas de alcantarillado todavía están muy afectados y las calles aún presentan restos de lodo. La preparación ante el nuevo peligro de la gota fría se ha hecho en medio de un proceso de reconstrucción que ya está absorbiendo gran parte de las energías y esfuerzos tanto de las administraciones como de los propios vecinos.