¡Ojo, barras de proteína! Una médica revela las que nunca consume

En la actualidad, consumir snacks saludables se ha vuelto muy popular. Sin embargo, la industria alimentaria no ha perdido el tiempo y ofrece sus propias versiones de 'snack saludable' que, en muchos casos, tienen pocos o ningún beneficio para la salud.

En el otro extremo, están los snacks como capricho, que tampoco deberíamos desterrar por completo de nuestra dieta. Privarnos por completo de alimentos poco saludables, pero placenteros, puede ser contraproducente para nuestra salud mental. El equilibrio es clave y la 'moderación' cobra gran importancia en este ámbito.

No obstante, hay ciertos alimentos que sí deberían evitarse el 99% del tiempo, sino el 100% si es posible. Recientemente, el medio The Huffpost entrevistó a un grupo de gastroenterólogos (médicos especialistas en medicina del aparato digestivo) sobre los alimentos que evitarían siempre o casi siempre.

Las barritas de proteína, en la lista negra

Uno de los alimentos señalados por la Dra. Harmony Allison, gastroenteróloga del Centro Médico Tufts, son las barritas de proteína.

Según explica la especialista, las barritas de proteína comerciales suelen alardear de ser ricas en frutas y frutos secos, además de estar enriquecidas con proteína. Sin embargo, la gran mayoría suelen ser snacks ultraprocesados repletos de aditivos, lo que las convierte en una pésima opción.

Las barritas de proteínas también se venden a menudo como 'barritas energéticas'. Se anuncian como soluciones rápidas y fáciles, especialmente después del ejercicio físico o incluso como sustitutos de comidas. Nada más lejos de la realidad.

Basta con echar un vistazo a su etiquetado para darse cuenta de que más de la mitad del contenido de estas barritas es azúcar en sus diversas formas: glucosa, jarabes y un largo etcétera, incluyendo miel o mermeladas. Obviamente, esto no es un sustituto de ninguna comida y no debería anunciarse como tal, dada su escasa densidad nutricional y su base en carbohidratos de absorción rápida como los azúcares libres.

Sí, es posible que a nivel calórico una o dos barritas sean 'bajas en calorías', pero se trata de calorías que deberíamos evitar en una dieta habitual debido a su escaso aporte de vitaminas y minerales, y su bajo potencial saciante.

Por otro lado, tenemos la típica publicidad de 'fruta y frutos secos' que pueden aportar estas barritas. De nuevo, se trata de un engaño habitual, ya que suelen utilizar fruta deshidratada o simplemente pequeños trozos de fruta en cantidades escasas.

Además, algunas de estas barritas suelen jactarse de ser un aporte de fibra, algo nada recomendable antes o después del ejercicio. En ambos casos, la fibra provocará una digestión lenta, hinchazón abdominal e incluso diarrea si se toma cerca del momento de la actividad física (algunas de estas barritas aportan hasta 12 o 15 gramos de fibra en una sola ración). En cualquier caso, hay opciones naturales y frescas mucho más recomendables como los dátiles o el plátano, entre otras.

En cuanto a las grasas, es habitual que las barritas energéticas aporten un exceso de grasas saturadas, cuando dicho aporte no debería superar los tres gramos por barrita. Tampoco deberían superarse los 4-5 gramos de fibra por ración, para evitar las mencionadas complicaciones digestivas.

Por último, además del azúcar añadido mencionado, muchas de estas barritas contienen edulcorantes artificiales como la sucralosa o el aspartamo, o alcoholes del azúcar como el xilitol o el eritritol. Recordemos que todos estos edulcorantes, a día de hoy, son aditivos aprobados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), pero algunos, como el aspartamo o el eritritol, están en el punto de mira por su potencial cancerígeno (en el caso del aspartamo) o su relación con el riesgo cardiovascular (en el caso del eritritol).

Asimismo, muchos de estos edulcorantes no calóricos se han relacionado con alteraciones del microbioma intestinal y malas digestiones, por lo que hay que tener cuidado en estos casos.

En definitiva, lo ideal sería que este tipo de barritas se consumieran de forma muy esporádica, y no como un snack de consumo habitual como suele ocurrir en muchos casos. Como alternativa, siempre podemos intentar prepararlas de forma casera y conociendo todos sus ingredientes de primera mano.