El fotógrafo documenta la alarmante desaparición de los glaciares
En el archipiélago de Svalbard, situado por encima del Círculo Polar Ártico, el fotógrafo Christian Åslund se encontró cara a cara con un cambio alarmante en uno de los glaciares que había fotografiado por última vez en 2002. Donde antes se extendía una imponente masa de hielo, ahora se alzaba un paisaje casi desnudo.
"En 2002, el cambio climático no era tan conocido como ahora, así que fue un shock total cuando lo vimos", afirma Åslund, que lleva más de dos décadas documentando el retroceso de los glaciares en Svalbard.
La misión de Åslund comenzó cuando Greenpeace le pidió en 2002 que retratara estos glaciares utilizando imágenes de principios del siglo XX como referencia. El objetivo era mostrar cómo el calentamiento global estaba afectando al Ártico. Las comparaciones entre las fotos antiguas y las nuevas fueron impactantes, y ahora, 22 años después, Åslund ha regresado para descubrir que la desaparición de los glaciares ha avanzado de forma dramática.
"Ver todos los glaciares ahora y notar realmente la diferencia de estos últimos 22 años... ha desaparecido una enorme cantidad de hielo glaciar", señala Åslund, que no esperaba que el cambio fuera tan drástico.
La visita de Åslund este verano coincidió con el mes más cálido jamás registrado en la región de Svalbard, con temperaturas que permitían estar en camiseta en el Ártico. La tasa de derretimiento alcanzó niveles alarmantes: en un solo día, Svalbard perdió el equivalente a 55 mm de agua, cinco veces más de lo habitual, según estudios de la Universidad de Lieja. Las proyecciones actuales indican que, si estos glaciares se derritieran por completo, podrían elevar el nivel del mar en 1,7 cm. Además, el Ártico se está calentando mucho más rápido que otras regiones del planeta, alcanzando un incremento de 4 °C en los últimos 30 años.
Desde que comenzó a mostrar estas imágenes en 2002, Åslund se ha enfrentado al escepticismo. Muchas personas inicialmente acusaron a sus fotos de ser manipuladas o de haber sido tomadas en estaciones diferentes para exagerar el impacto del cambio climático.
"Un glaciar no se ve tan afectado entre estaciones, no es como la nieve que se derrite y vuelve", aclara el fotógrafo. "La reticencia a aceptar la realidad de estas imágenes refleja la dificultad de muchos para asimilar la gravedad de la crisis climática. No sé por qué la gente no quiere creer que es real. Creo que algunas personas tienen problemas para aceptar la ciencia".
A pesar de este escepticismo, Åslund sigue siendo optimista:
"No me siento impotente porque tengo la esperanza de que podamos cambiar esto. Nadie puede hacer todo, pero todos podemos hacer algo pequeño para combatir el cambio climático".
Åslund considera su trabajo como una contribución para visibilizar lo que está ocurriendo en el Ártico, esperando que sus imágenes inspiren a personas y gobiernos a actuar antes de que todos los glaciares desaparezcan. Su serie fotográfica, publicada recientemente, busca no solo evidenciar el impacto devastador del calentamiento global, sino también recordar al mundo que el tiempo para reaccionar se está agotando.
"Quizá regrese dentro de 20 años para ver cómo ha cambiado. Ojalá para entonces no sea tan grave", comenta con esperanza.
Fuente: El Imparcial