Cientos de peces muertos en el parque Juan Carlos I de Madrid

La imagen da dolor de corazón. Cientos de peces muertos, flotando de medio lado en un agua verdusca, algunos de ellos todavía agonizando y con la boca muy abierta e intentando respirar. Ha ocurrido estos días del puente de agosto en el parque Juan Carlos I de Madrid, una superficie verde de 220 hectáreas, el doble del Retiro, situada en la zona de Ifema, en el noroeste de la capital, y ha denunciado la asociación de vecinos La Unión Hortaleza en un vídeo publicado en redes sociales el pasado jueves 15 de agosto.

El Ayuntamiento de la capital ha reconocido la situación, pero, de momento, no tiene una explicación y está a la espera de los resultados de los análisis tanto del agua como de algunos ejemplares para conocer la causa de la muerte. Según indica un portavoz del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento, los primeros peces muertos empezaron a aparecer la mañana del miércoles, por la tarde afloraron más ejemplares y también la mañana del jueves. Todos los peces muertos son carpas, una especie muy popular en la pesca, que mide de 60 a 90 centímetros y ronda los nueve kilos de peso. Son omnívoras y todoterreno, ya que resisten a una gran variedad de condiciones climáticas.

Investigaciones en curso

El Ayuntamiento ha retirado los especímenes muertos, cuyo número desconoce, pero en las imágenes se aprecian varias decenas. Este viernes se han recogido muestras de agua para remitirlas a un laboratorio y también se han llevado a analizar carpas muertas para tratar de averiguar la causa de la muerte, añade el portavoz. Los resultados no se esperan hasta la semana que viene, ya que hay que realizar cultivos. De momento, no hay pistas.

La temperatura del agua del lago, asegura el consistorio, es la correcta, “de entre 26 y 28 grados, un poco más cálida de lo habitual, pero dentro de lo normal en verano” y también el PH —su nivel de acidez o alcalinidad— es “el correcto”. “Los sistemas de aireación del lago, que contribuyen al mantenimiento de una buena calidad del agua, funcionaban y funcionan bien”, añade el portavoz.

Un misterio sin resolver

Y lo extraño es que, sea cual sea la causa de la muerte, no ha afectado ni a otros peces ni a las tortugas ni a las aves que habitan el mismo espacio. Tampoco a carpas que viven en otras láminas de agua del mismo parque —hay una ría para practicar deportes de agua, un canal y dos estanques—. “Ha pasado solo en el lago del parque de Juan Carlos I”, reitera el Ayuntamiento, que niega que exista el mismo problema en otros espacios verdes de Madrid, como se denuncia en los comentarios del vídeo publicado en redes sociales. Tampoco recuerdan que haya sucedido en el mismo lugar en el pasado.

Se desconoce cómo llegaron las carpas al lago, ya que no se trata de una especie que el Ayuntamiento haya introducido en el lago. Como no son sus peces, tampoco se encarga de su mantenimiento. “Es una zona autorizada para la pesca sin muerte, la gente las lleva y las suelta”, concluye el portavoz.

Según la web del Ayuntamiento, el lago, que data de 1992 como el resto del parque, está hecho de hormigón. Su profundidad es variable, tiene forma similar a un rectángulo de 315 x 175 metros y una superficie total de 30.000 metros cuadrados. En su interior el agua, que procede de diversas canalizaciones subterráneas, no circula.

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