Comienzan a retirarse los escombros del edificio incendiado en Campanar, un proceso que se prolongará durante poco más de cuatro meses. Seis meses después de la tragedia, en la que fallecieron 10 vecinos y quedaron destruidas 138 viviendas, los propietarios ven la luz al final del túnel. "Es un gran día", declaraban este lunes mientras una empresa especializada iniciaba las labores de retirada de pavimentos, enseres y la fachada ventilada.
Retirada de escombros
Giticsa es la empresa encargada de ejecutar los trabajos en el edificio, donde la mayoría de las viviendas han quedado completamente diáfanas, sin tabiques y únicamente con restos de cables, estructuras y, en el mejor de los casos, algunos muebles y electrodomésticos. El lunes entraron las primeras máquinas y el movimiento de operarios y maquinaria se hizo visible tras la concesión de la licencia por parte del Ayuntamiento de Valencia.
Enrique Salvador, presidente de la asociación de propietarios Aproicam, ha destacado que el inicio de los trabajos de desescombro supone "la primera fase de la rehabilitación" y ha calificado el día de "gran día y una buena noticia para los vecinos". Las labores que arrancan hoy tendrán un coste de 1,5 millones de euros, que serán desembolsados por las compañías aseguradoras.
Durante los primeros días se procederá a la descarga y acopio de materiales, equipos y contenedores, así como a la colocación del vallado perimetral y las medidas de seguridad. Posteriormente, comenzará el desescombro propiamente dicho de las viviendas, zonas comunes y piscina.
Reconstrucción del edificio
Salvador ha afirmado que "todavía quedan más buenas noticias, como que se resuelva la financiación de la reconstrucción" y ha apuntado que la asociación "está en conversaciones con la aseguradora para que esa sea posible y se pueda culminar la obra en dos o tres años".
Según Salvador, la reconstrucción mantendrá la estructura actual, ya que un informe ha avalado su rehabilitación tras un minucioso estudio, pero prevé "un edificio nuevo porque muchos materiales ya no se pueden usar", con una "fachada que será totalmente diferente".
Ha valorado la rapidez con la que propietarios y administraciones están actuando y ha destacado que van "todos a una para que sea así". Ha recordado que los "compañeros de tragedia de Italia [en alusión al incendio de Torre dei Moro, en Milán, muy similar al de Campanar] han empezado a desescombrar tras tres años" y en Valencia se ha hecho "ahora, tras seis meses".
Necesidades de los afectados
El vicepresidente de Aproicam, José Mas, ha coincidido en señalar que es una "buena noticia" pero ha remarcado que aún tienen "mucho camino por recorrer". "Para ello, necesitamos ayudas, que se mantengan la moratoria de hipotecas que es muy importante y las ayudas de alquiler porque aunque estamos en un proceso muy bueno por habernos movido mucho, esto va a llevar un tiempo".
Unas 99 familias afectadas por el incendio solicitaron al Ayuntamiento de Valencia vivienda para los primeros meses y el consistorio les cedió un edificio de propiedad municipal destinado al alquiler social. El 26 de agosto venció el plazo y la mayoría de las familias realojadas habían abandonado el inmueble, pero siete de ellas, en situación de vulnerabilidad, no han podido encontrar una alternativa habitacional.
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha explicado este lunes que han solicitado un informe de vulnerabilidad y su incorporación a la lista de demandantes de vivienda pública. El edificio de Safranar es "vivienda pública al servicio de la ciudadanía, que ha entendido o perfectamente que era un buen destino ayudar a esas familias".