La concejal Noemí Llorens, que denunció al senador de Junts per Catalunya Eduard Pujol por acoso sexual, ha pedido perdón en el juzgado por un delito de injurias. Llorens asegura que cargos del partido utilizaron su testimonio para "hacer daño" al dirigente "con finalidades políticas".
Declaraciones de Llorens
En un escrito remitido al juzgado, Llorens afirma: "Pujol no me acosó. Mantuve una relación afectiva con él que, a mi entender, habría podido acabar mejor". El senador le ha concedido el perdón, lo que ha permitido a Llorens evitar consecuencias penales.
Manipulación y uso político
Llorens denuncia sentirse "manipulada" y señala que "determinadas personas del partido" la utilizaron para suspender fulminantemente a Pujol y "hacerle daño con finalidades políticas".
Investigación y consecuencias
El caso Pujol comenzó en 2020 cuando Junts per Catalunya le suspendió tras recabar el testimonio de Llorens y otra supuesta víctima. Sin embargo, al no presentar denuncias formales, el partido se vio obligado a rectificar y disculparse con Pujol, quien denunció a las mujeres por injurias.
Las querellas prosperaron, demostrando que las acusaciones eran falsas. La otra denunciante, Eva Ràfols, espera juicio con una fianza de 80.000 euros.
Responsabilidades y consecuencias
Llorens optó por disculparse reconociendo que Pujol no la acosó. Fuentes del partido apuntan a un interés por perjudicar a Pujol, que ejercía como portavoz parlamentario.
Posible implicación de Aurora Madaula
Llorens señala a Aurora Madaula, vicepresidenta de Junts, como quien la convenció de denunciar a Pujol. Madaula ha preferido no hacer declaraciones.
Protocolos internos y revisiones
Este caso ha llevado a Junts a revisar sus protocolos internos y a comprometerse a evitar situaciones similares en el futuro.