Rosario Piedra reelegida como presidenta de la CNDH: reacciones y críticas
El pasado 15 de noviembre, el Senado reelegió a Rosario Piedra Ibarra como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por un segundo periodo, lo que ha generado reacciones encontradas entre activistas, políticos y organizaciones de derechos humanos.
Críticas a la reelección
Nashieli Hernández, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, calificó la reelección de Piedra Ibarra como "un grave error" debido a que el programa de trabajo presentado por ella no garantiza un organismo que cumpla eficazmente con sus funciones.
Además, Hernández criticó que el proyecto de Piedra Ibarra da continuidad a las críticas registradas durante su pasada gestión, como la falta de independencia y la inacción ante graves violaciones a los derechos humanos.
Otras organizaciones, como Amnistía Internacional, también han expresado su preocupación por la reelección de Piedra Ibarra, argumentando que México enfrenta una grave crisis de derechos humanos con miles de desaparecidos y víctimas de violencia, y que la dirección de la CNDH es fundamental en este contexto.
Reacciones positivas
Sin embargo, también hay quienes han celebrado la reelección de Piedra Ibarra, argumentando su trayectoria como activista de derechos humanos y su compromiso con las víctimas.
La senadora Olga Sánchez Cordero, presidenta de la Comisión de Justicia del Senado, destacó la labor de Piedra Ibarra al frente de la CNDH, señalando su "sensibilidad y compromiso" con los derechos humanos.
Puntos pendientes
A pesar de las críticas y reacciones encontradas, Piedra Ibarra ha reconocido la existencia de retos pendientes en materia de derechos humanos en México.
"Estamos en un momento crucial para la defensa de los derechos humanos en México. Tenemos retos pendientes que debemos enfrentar de manera conjunta y con determinación", afirmó Piedra Ibarra.
La reelección de Piedra Ibarra abre un nuevo capítulo en la historia de la CNDH. Queda por ver si logrará superar las críticas y cumplir con las expectativas de quienes esperan una institución independiente, eficaz y comprometida con la defensa de los derechos humanos en México.