Los ladrones hiperactivos de Cantabria que guardaban un arsenal
La Guardia Civil ha desarticulado un grupo criminal en Cantabria que acumulaba un arsenal de casi medio centenar de armas de fuego y que está relacionado con más de 30 robos ocurridos durante el último mes. Los detenidos, de entre 30 y 40 años, cuentan con numerosos antecedentes policiales y vínculos familiares, y su peligrosidad y movilidad dificultaron su localización.
Modus operandi y objetivos
El grupo operaba con gran rapidez y contundencia, utilizando mazas u otros objetos para forzar la entrada a sus objetivos preferidos: farmacias y negocios de hostelería. Manifiestan preferencia por las máquinas de cobro automático, como demuestra el robo de una caja inteligente valorada en 14.000 euros en una farmacia de Renedo de Piélagos, que contenía 9.000 euros en su interior. No obstante, también se les atribuyen robos de maquinaria, camiones e incluso viviendas, como el de un camión para sustraer una carretilla elevadora valorada en unos 80.000 euros.
Para dificultar su detención, los delincuentes utilizaban vehículos robados que trasladaban a diferentes localidades para repostar con gasolina.
Arsenal de armas y medidas de seguridad
El arsenal incautado destaca por su peligrosidad: una veintena de armas de fuego, entre las que se encuentran pistolas, revólveres, escopetas, un rifle y un fusil, algunas de ellas cargadas y listas para disparar. Además, se les requisaron armas blancas como catanas, espadas, estoques, navajas, cuchillos y un puño americano.
De las imágenes de la operación se desprende que los delincuentes guardaban una de las armas bajo el cojín del sofá. La peligrosidad del grupo se hacía patente en los momentos de tensión con otras familias de la ciudad, que llevaron a manejar la hipótesis de su alta peligrosidad y dificultaron la localización de sus domicilios y el botín.
Detención y operación policial
Los agentes han intervenido 27 maletines con herramientas eléctricas, 12 cajas fuertes y cajas de cambio inteligentes forzadas, así como joyas, dinero y llaves de vehículos relacionadas con los robos investigados. Parte del material robado era vendido en el mercado negro o empleado en otros robos.
La operación, denominada KARR1, continúa abierta y se investiga si parte de la munición incautada ha sido utilizada en otros hechos delictivos. Dos de los detenidos están vinculados con un tiroteo ocurrido en noviembre en Torrelavega por enfrentamientos entre dos clanes familiares, un caso investigado por la Policía Nacional en el que ya habían sido detenidas otras dos personas.
La delegada del Gobierno en Cantabria, Eugenia Gómez de Diego, ha calificado la operación como "un golpe importante contra la delincuencia, uno de los más relevantes de los últimos años". Gómez de Diego ha aprovechado para destacar la seguridad de Cantabria, con unas cifras estables, salvo el aumento de delitos vinculados a las estafas informáticas.